domingo, 26 de abril de 2009

RODRIGUEZ SAÁ MÁS COMODO CON LA PINTURA QUE CON LA POLÍTICA...

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El gobernador puntano dice que los Kirchner van a perder las elecciones y que su imagen no trasciende más allá de San Luis por maniobras del kirchnerismo. Asegura que en 2011 será candidato a presidente y no a gobernador, y que su hermano Adolfo tampoco será candidato a conducir la provincia, es decir, que ya no habrá un Rodríguez Saá al frente de San Luis ¿Le gusta el poder, gobernador? "Prefiero estar lejos del poder. Yo estoy acá por distintas circunstancias, pero preferiría estar en mi casa. Soy muy feliz cuando me dedico a la pintura, a la escultura, a la arquitectura."
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"En la Argentina hay listas negras" Por Ricardo Carpena, diario La Nación
El gobernador puntano dice que los Kirchner van a perder las elecciones y que su imagen no trasciende más allá de San Luis por maniobras del kirchnerismo. Asegura que en 2011 será candidato a presidente y no a gobernador, y que su hermano Adolfo tampoco será candidato a conducir la provincia, es decir, que ya no habrá un Rodríguez Saá al frente de San Luis ¿Le gusta el poder, gobernador? "Prefiero estar lejos del poder. Yo estoy acá por distintas circunstancias, pero preferiría estar en mi casa. Soy muy feliz cuando me dedico a la pintura, a la escultura, a la arquitectura."

-¿Más feliz que en la política?
-Mucho más. Además, en el arte uno no se equivoca nunca.
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Es bastante curiosa semejante definición en boca de uno de los dirigentes inexorablemente asociados a la política argentina desde hace más de 25 años y portador de un apellido que se ha mantenido en el poder provincial desde que su abuelo gobernó San Luis, allá por 1909.
Es cierto que Alberto Rodríguez Saá, abogado y artista plástico, de 59 años, no es el autor de la frase "para gobernar cuarenta años una provincia hay que hacerlo con la familia y los amigos". Ese es su hermano Adolfo, actual senador y ex presidente que pasó a la historia por haber durado una semana en el poder, con el que se ha alternado en el manejo de la provincia de San Luis casi sin interrupciones desde 1983. Pero Alberto no daba, hasta ahora, la imagen de un dirigente dispuesto a ceder un milímetro de su inmenso poder provincial. En eso, como en el arte que tanto le gusta, tampoco parecía haberse equivocado nunca.

Los Rodríguez Saá parecen blindados en su provincia, donde ganan elecciones por ventajas gigantescas, pero suelen oxidarse políticamente en contacto con la atmósfera del resto del país.
La paradoja que escapa al frío análisis político es cómo una provincia con bajos índices de pobreza y desempleo, ordenada económicamente, con promoción de la industria, impulso del cine, y que hasta aplicó un plan de wi-fi gratuito en todo su territorio, no logra instalar a sus gobernantes exitosos en el plano nacional.

Es cierto que los hermanos también están siempre sospechados, con buenas razones, de una concepción feudal de gobierno, con alta concentración del poder, culto a la personalidad, manejo de la justicia, presiones al periodismo y muchos de los vicios propios de una vieja dinastía provincial que se aferra al poder, sin control, desde hace largas décadas.

Hoy, en la entrevista con Enfoques, realizada en la Casa de la Provincia de San Luis, en la Capital Federal, el gobernador brinda su mejor primicia al anticipar que ni él ni su hermano seguirán conduciendo la provincia en 2011. "En principio, no; yo me presentaría como candidato a presidente", afirma, poniendo énfasis al decir "en principio". Pero luego insiste en que su idea es retirarse y darle espacio a la gente más joven porque, según destaca, cree "muchísimo" en la renovación política.
Rodríguez Saá niega que su provincia se maneje como un feudo. "Un feudo es una cosa precapitalista, donde no hay democracia, no hay elecciones, no hay reglas de juego, hay una forma piramidal de decisiones. Nada de esto sucede en San Luis", sostiene.

El mandatario puntano es un peronista ortodoxo, hoy con un partido propio -Es Posible-, y es muy crítico de los Kirchner. Asegura que este es "un gobierno que mira para atrás, que no une a los argentinos" y, además, que "no dialoga y decide de una manera familiar, poco democrática".
Además, advierte que las candidaturas testimoniales son "fraudulentas" y destaca que si su figura no crece fuera de San Luis es porque el kirchnerismo lo incluyó en una "lista negra". En las próximas elecciones, dice, se presentará con su propio partido en distritos como Capital, provincia de Buenos Aires, Mendoza, La Pampa y Jujuy, pero admite que está negociando listas comunes con otras fuerzas, como Pro.

-¿Qué le parecen las candidaturas "testimoniales" tan de moda hoy?
-Hay tres situaciones distintas, la de Kirchner, la de Felipe Solá y la de Gabriela Michetti. El kirchnerismo plantea un fraude a la gente, que es decirle a la gente que Scioli va a ser candidato a diputado, pero obviamente no será diputado. Se le está mintiendo a la gente. Es una situación de pérdida de calidad institucional y fraudulenta. Solá se equivoca porque él fue diputado por el kirchnerismo y ahora quiere cambiar la fuente de legitimidad. Si renuncia a la banca se la va a entregar a los Kirchner y así no ayuda a la oposición. Lo de Michetti ya pasó en la historia argentina: alguien que quiere liderar un proyecto distinto. Y ella ha expresado que, respetando el liderazgo de Macri, quiere ser en algún momento jefa de gobierno porteño. Si renuncia a un cargo mayor para ir por un cargo menor, no lo veo mal.
-¿Su sector se presentará solo en las próximas elecciones?
-Estamos muy preocupados por llegar a conformar nuestro partido, Es posible. Tenemos buenas noticias de Mendoza, donde lo hemos logrado; en Capital y en la provincia de Buenos Aires seguramente en estos días vamos a tener al partido. Lo mismo en La Pampa, Jujuy, San Luis. En Córdoba estamos cerca. Cuando conformemos el partido, en cada distrito habrá congreso para definir el sistema de alianzas, para ver si podemos llegar a candidaturas comunes. Estamos conversando con la gente de campo, y es muy probable que nos pongamos de acuerdo fácilmente.
-¿Por qué en San Luis hay índices positivos pero usted no consigue crecer electoralmente a nivel nacional?
-No necesariamente uno va a gobernar bien la provincia y va a ser reconocido por los demás. Hay prejuicios y una suerte de ninguneo. En la Argentina hay listas negras en la cultura, el cine, la TV, el periodismo y la política. Estoy en las listas negras...
-¿Quién lo puso?
-Por supuesto que los Kirchner. En esto trabaja la SIDE, sabemos cómo es... Me encantaría debatir específicamente el tema. Acá se paga para sacar a alguien de la prensa o del mundo de la opinión. Este es un gobierno que mira para atrás, que no une a los argentinos. No dialoga y decide de una manera familiar, poco democrática.
-Usted arrastra también una fama de manejar la provincia como un feudo.
-Eso hay que discutirlo con seriedad. ¿Que es un feudo? Es una cosa precapitalista, donde no hay democracia, no hay reglas de juego, hay una forma piramidal de decisiones, no hay elecciones. Nada de esto sucede en San Luis. Además, si dijéramos que es un feudo que tiene tales récords en economía, en salud, en educación, en la apertura digital, en inclusión social... Somos considerados por la consultora Delphos y la Bolsa de Comercio de Córdoba como la provincia mejor administrada. Según la Fundación Libertad estamos entre las provincias con mayor libertad y competitividad, junto con la Ciudad de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. Y somos un Estado social con economía abierta. Todas estas cosas no pertenecen a un feudo.
-¿Cree en la renovación política?
-Muchísimo. En mi provincia, más del 50 por ciento de los ministros son mujeres y más del 50 por ciento de nuestra planta de funcionarios son jóvenes.
-¿Creer en la renovación no es también poder dar un paso al costado?
-Por supuesto. Totalmente de acuerdo. Tiene que haber también una comprensión por parte del periodismo. Porque si la cosa es acorralarlo al tipo, decirle "te vamos a voltear", insultarlo, agraviarlo, no le das salida. La salida tiene que ser racional. Y la oposición también tiene que renovarse. Hay que abrirle el camino a los jóvenes.
-¿Entonces no se presentará para otro mandato como gobernador?
-En principio, no. Me presentaría para candidato a presidente.
-¿Por qué "en principio"?
-No, voy a ser candidato a presidente y luego voy a retirarme de la política para darle paso a los jóvenes.
-¿Y su hermano Adolfo? ¿Será candidato a gobernador?
-No. Ni candidato a gobernador ni compañero de fórmula ni nada por el estilo. Seguramente me ayudará en la campaña.
-Entonces la noticia, a los ojos de un porteño prejuicioso, es que no va a haber un Rodríguez Saá en la gobernación de San Luis en 2011...
-Claro, porteño y prejuicioso porque no tiene el mismo prejuicio con la Universidad de Buenos Aires, ni con la alcaldía de Nueva York ni con el primer ministro alemán, que superaron ampliamente las estadísticas de San Luis. Pero en todos los casos son buenas administraciones.
-Lo que impacta es el apellido Rodríguez Saá en el poder desde 1983...
-Soy el heredero de una tradición de gobernadores. Siempre por el voto de la gente. Todos siguieron viviendo, murieron y fueron enterrados en San Luis. Y han tenido una conducta reconocida por la gente.
-Su gobierno entrega laptops a los chicos de las escuelas y en su provincia wi-fi gratuito en todos los pueblos. ¿Cuánto invirtió en este proyecto?
-Desde 1998 hicimos una inversión muy grande, cercana a los 80 millones de dólares, que fue la autopista de la información. Desde la ciudad de La Punta llevamos la fibra óptica o las antenas a todos los pueblos. Para que haya inclusión digital se tienen que dar tres presupuestos: computadoras, conectividad y capacitación. Teníamos un 31% de familias con computadora. Ahora hemos saltado al 56%. Ya lideramos la Argentina, superando a la ciudad de Buenos Aires. Y vamos a llegar a fin de año con niveles del Primer Mundo. Además, la expresión máxima de conectividad es el wi-fi, que damos en forma gratuita en todo el territorio de la provincia, 75 mil kilómetros cuadrados. Esto es único en el mundo. En cuanto a la capacitación, más del 50% de nuestro sistema educativo ya ha sido educado para el conocimiento digital. Estuve en marzo en Estados Unidos, en una reunión de cien líderes de América latina, donde Bill Gates era el anfitrión, para contar la experiencia de San Luis. Se asombraron con el wi-fi gratuito. Por ejemplo, hicimos un test a los chicos antes de darles la computadora y tres meses después. El que menos mejoró en matemáticas y lengua se superó en un 12%.
-Aun así, ¿está bien invertir en computadoras cuando hay pobreza?
-Precisamente esto baja los índices de pobreza porque el Estado ayuda a que la gente acceda a un bien como la computadora y así se mejora la calidad de vida. San Luis es la provincia que menor brecha tiene entre ricos y pobres, ha fulminado el índice de pobreza o de indigencia, prácticamente todas las personas humildes tienen su vivienda propia, todos tienen trabajo y, además, están incluidos digitalmente. ¿Por dónde se lo puede criticar?
-¿Qué lo une a su hermano Adolfo y qué lo separa de él ?
-Con Adolfo tenemos un extraordinario respeto, cariño. Además, es mi amigo. Cuando yo actúo en política, él no se mete. Cuando él actúa, yo no me meto. El es un extraordinario senador y debe de pensar que soy un buen gobernador.
-¿Qué piensa de Eduardo Duhalde?
-Es un personaje de la provincia de Buenos Aires al que hay que tener en cuenta porque tiene mucha influencia. Tenemos diálogo, he estado dando charlas en el Movimiento Productivo y tenemos una mirada parecida como, por ejemplo, en el plan de renta básica que él propone. Yo lo he tomado de él y lo voy a llevar ahora a la Legislatura, para que las personas que formen una familia nueva tengan derecho a un lote. Esto generaría una nueva y esperanzadora política de tierras.
-Si usted fuera presidente, ¿cuál sería su primera medida? ¿Respetaría lo que hicieron los Kirchner?
-Bueno, lo que han hecho bien, que es muy poco, lo seguiría, por supuesto.
-¿Qué hicieron bien?
-No sé... Lo primero que hay que hacer es poner a la Argentina en el mundo. Hay que restablecer rápidamente las relaciones magníficas que tiene que haber con los países vecinos. Cuestiono al Mercosur por el atraso enorme en lo que debería ser un megamercado, que implica libre circulación de bienes, de personas, de servicios, y nada de eso sucede. Y eso es malo.
-¿Le gusta el poder?
-Prefiero estar lejos del poder. Yo estoy acá por distintas circunstancias, pero preferiría estar en mi casa. Soy muy feliz cuando me dedico a la pintura, a la escultura, a la arquitectura...
-¿Más feliz que en la política?
-Mucho más. Además, en esto uno no se equivoca nunca...
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-Voy a tener que preguntarle lo que le preguntan todos los periodistas sobre el planeta Xilium [ N. de la R.: se le atribuye al gobernador haber dicho que tenía contactos con extraterrestres de un planeta llamado Xilium] ...
-Antes le comento algo. En estos días, el programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente me otorgó un reconocimiento por la defensa del medio ambiente de la campaña provincial Los Mil Millones de Arboles. O sea que mi ubicación es en el planeta Tierra. ¿Está claro este punto?
-Está claro.
-Lo de Xilium lo he explicado un millón de veces. Lo que circula es una maldad de algún picarón que ha dicho barbaridades. Como artista plástico me dedico a la pintura, a la escultura, y alguna vez firmé mis obras con la palabra "Xilium" para que la desvincularan de los temas sociales o políticos en los que estoy involucrado y me vieran como un artista plástico. Nada más. Creo en la ciencia y en lo que veo.
-¿No tuvo entonces ningún contacto con extraterrestres?
-No, no, la sola pregunta es... No.
-¿Qué hace en su tiempo libre?
-Si usted me mira objetivamente, todo mi tiempo es libre. Lo que más me gusta es el juego de estrategias, mirar al futuro, el pensamiento. Leo muchos libros, pero en forma muy desordenada. Me gustan mucho las biografías, los ensayos, la historia. Me quedaría con Borges, Asimov, Ray Bradbury, Mark Twain.
-¿Y el cine?
-El europeo es fantástico, sobre todo el francés, el italiano. Almodóvar es maravilloso. Y algunos directores como Stanley Kubrick, Hitchcock, Scorsese, Coppola...
-No mencionó el cine argentino, que usted promueve...
-Que no me escuche nadie, pero veo poco cine argentino. No me gusta, no me parece que tenga mucha profundidad. Por supuesto que hay excepciones...
-¡Pero se filma en su provincia!
-Sí, bueno, lo que se filma en mi provincia lo veo poco. Aunque ha sacado muchos premios lo veo poco.
© LA NACION

Mano a mano
Alberto Rodríguez Saá está muy bien entrenado. Explica, una y otra vez, por qué San Luis no es un feudo, por qué las obras faraónicas no son tales, por qué es mentira lo de su contacto con los extraterrestres. Pone piloto automático al hablar de los buenos índices económicos y sociales, y se apasiona cuando habla de su plan de inclusión digital. Hay un dilema que desde la Capital Federal no se puede ver con claridad: cómo abordar, con justicia, una administración caudillesca enquistada en el poder, con aristas polémicas y exóticas, pero que puede exhibir algunos logros y, en particular, que es votada por la gente.

El gobernador paga por su estilo y también por los tropiezos de su hermano Adolfo en la Casa Rosada, aunque me pareció más abierto que éste. Es hábil para responder y no se enoja aunque la pregunta lo incomode. Me sorprendió que alguien con un entorno tan rígido dijera que cree en la renovación política. Mucho más que anunciara que no aspira a ser reelegido en 2011. A veces contestó con frases estudiadas y otras me pareció espontáneo. No se sale del molde del peronista modelo 1945, levemente remozado. ¿Tendrá su gran oportunidad? Eso no lo saben ni en el planeta Xilium.


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