miércoles, 25 de julio de 2007

ELECCIONES MUNICIPALES: LOS CARTELES Y PINTADAS DE ALICIA
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En la madrugada de este martes la ciudad se vio inundada de pegatinas en favor de la candidata feudal Alicia Lemme. No se salvaron ni edificios públicos como el banco Nación, ni la Carpa Blanca de la Dignidad, ni un mural recientemente pintado sobre el Correo Argentino. Las hordas salvajes del PJ PUL se encarnizaron contra la propiedad pública privada en un aparente intento por demostrar quién tiene el poder.
Por si fuera poco la madrugada de este miércoles un vecino que defendió su derecho a que no le empapelaran su pared fue detenido cuando se defendió de la agresión de la patota del PJ-PUL...

Pegatinas sin control ¿Lo que la ciudad necesita?
“Alicia Lemme no dice lo que hay que hacer, lo muestra”. Ayer la ciudad se vio "invadida" por carteles de su campaña. No se salvaron ni edificios públicos, ni la Carpa Blanca de la Dignidad. Vergonzoso. “El hombre es dueño de su silencio y esclavo de sus palabras” sentencia el refranero popular, y a veces los slogans de campaña -hechos para llamar la atención de los votantes- se transforman en algo muy parecido a un epitafio.
“Alicia Lemme no dice lo que hay que hacer, lo muestra”, aseguran los carteles que ayer taparon cuanta pared encontraron sus seguidores en la ciudad. No se respetaron edificios públicos, monumentos históricos o viviendas particulares en toda la ciudad. Incluso la Carpa Blanca de la Dignidad fue objeto de las pegatinas y cuando ya no quedó lugar, los árboles también fueron el soporte de los carteles de campaña de la candidata a Intendente capitalina del PUL. Otros afiches más pequeños aseguraban que con “Alberto Gobernador podemos más”.
“Alicia Lemme no dice lo que hay que hacer, lo muestra”, aseguran los avisos de la campaña política. ¿Será acaso ésta una pequeña demostración que lo que la mujer del PUL está dispuesta a hacer por la ciudad?
Pero no todo terminó allí, porque la violencia, la violencia que no es física sino la que se disimula en los actos de prepotencia cotidiana que parten desde las estructuras del poder, también atacaron a todo lo que fuera distinto a ellos, sin entender que no atacaban a tal o cual candidato, sino a todos los ciudadanos.
No hubo cartel institucional que se salvaran de la ira de los seguidores de Lemme. Los rompieron a todos, los arrancaron o los taparon.
La estación de trenes, la gigantografía que anunciaba la línea 0-800 de atención al público en la Municipalidad de la Ciudad de San Luis, incluso los carteles de las plazas y las señalizaciones urbanas fueron tapadas o arrancada de cuajo por los acólitos de Lemme que se movilizaban en dos camiones e iban custodiados por un auto azul, mientras la policía hacía la vista gorda o directamente los protegía.
Hace apenas unas semanas los diputados del PUL-PJ aprobaron un proyecto de declaración, impulsado por Marcelo Amitrano y Andrés Vallone, en el que -una vez más avasallando la autonomía municipal- indicaban a la comuna que hiciera cumplir las ordenanzas que castigan este tipo de contravenciones que se realizan durante las campañas electorales. Nuevamente el refranero popular, sobre los silencios y las palabras, fue una aplanadora para el oficialismo provincial.
“Alicia Lemme no dice lo que va a hacer, lo muestra”
Informe Gustavo Senn gustavosenn@argentina.com http://www.periodistasenlared.com.ar/julio07-25/nota2.htm