martes, 1 de febrero de 2011

SAN LUIS NO ESTA CAMBIANDO, LLUEVE UN POCO Y CASI DESAPARECE UN VECINO...





Se salvó de milagro En la ciudad que no está cambiando en nada: Un hombre casi muere ahogado en un canal Eduardo Peña, es un vecino más de la ciudad de San Luis, que gracias a otro vecino, no pereció ahogado en plena ciudad, y no en un río o lago de la provincia.

Aunque cueste creerlo, en la ciudad que en nada está cambiando, más que en el discurso oficial, los 25 mm caídos, además de convertir en verdaderos ríos las calles y avenidas de la ciudad, convirtió en una trampa mortal un canal de desagües pluviales que corre paralelo a Aristóbulo del Valle, en el bar
rio 292 Viviendas, en el sector noroeste capitalino.



Peña habló con cuanto periodista consiguió, para contar lo vivido, o mejor dicho lo sufrido por la falta de cumplimiento de las promesas electorales de la intendente Alicia Lemme, cuando prometió construir canales pluviales que saque el agua de lluvia de las calles de la ciudad, y que a menos de un año de cumplir su mandato, la promesa se viste de un color verde oscuro.

El caso es que Peña, estacionó su vehículo, se bajó y comenzó a caminar hacia la vereda, pero de pronto desapareció de la superficie, porque había caído a un canal “que no vi, porque estaba tapado con el agua que corría de vereda a vereda”, dijo.

Pero quiso la fortuna, que un vecino del lugar, viera justo en el momento en que Peña desaparecía de la faz de la tierra y corrió hacia el lugar para ver qué había sucedido, cuando de pronto vio que del agua emergía la mano de su conciudadano.

En ese momento, ayudado por otro vecino, tomaron la mano de Peña y lograron rescatarlo de una muerte segura. ¿Qué pensará Lemme ante esto, al saber que una más de sus promesas electorales sigue sin cumplirla y ello casi causa la muerte de un ciudadano?
Informe: Carlos Rubén Capella carlosrcapella@yahoo.com.ar
http://www.periodistasenlared.info/febrero11-01/nota3.html



“Me caí por el desagüe ese abierto que tienen ahí en la misma vereda”
Ayer a la tarde, este medio tuvo la oportunidad de dialogar con Eduardo Peña, un vecino del barrio José Hernández que, durante la tormenta del pasado domingo, cayó en una canaleta desbordada y fue arrastrado casi 100 metros por la voraz corriente de agua. A raíz de este accidente, Peña ha denunciado a la Municipalidad de San Luis por negligencia.

El hecho ocurrió durante la tormenta que azotó a la ciudad el pasado domingo, cuando Peña llegó a la avenida Aristóbulo del Valle, por la parte del barrio 292 Viviendas, zona que él no conocía con precisión ya que hace sólo dos meses que vive en la ciudad. “Cuando quise doblar, puse el pié y me fui al agua”, cuenta Peña, quien cayó en una canaleta que estaban tan desbordada por la lluvia que se había vuelto invisible. “Me caí por el desagüe ese abierto que tienen ahí en la misma vereda”, fueron las palabras exactas del hombre.



Durante cuatro minutos, Eduardo, un hombre alto y fornido que pesa más de 110kg., fue arrastrado por la vertiginosa corriente de agua y golpeado por todo el sedimento que arrastraba. Cien metros después, fue rescatado por un vecino de la zona, Héctor Miranda, y un “pibe” que iba a comprar pan.

“Me agarraron de las manos y me pudieron sacar. Yo, cuando salgo, salgo desnudo”, relató Peña, quien también comentó que debido a la fuerza de la corriente perdió no sólo su ropa, sino también su celular, billetera, documentación y las llaves de su casa. “Creo que va a ser una deuda que me va a quedar de por vida”, dijo el hombre sobre su rescatista, quien luego le proveyó ropa para que fuera a su casa y un vaso de agua para que se calmara.

Inmediatamente después del accidente, Eduardo, raspado y herido a lo largo de todo su cuerpo, se dirigió a la Comisaría Sexta, donde un oficial de apellido Gaetán, de “muy buena predisposición”, lo acompañó al lugar del hecho, le tomó la denuncia y le dio un certificado médico para que se hiciera atender y constaran las lesiones.

Desafortunadamente, cuando fue a presentar la queja en la Municipalidad, sin siquiera mencionar que los iba a denunciar, Eduardo no recibió la misma atención que en la comisaría. Según contó, el señor de la mesa de entrada lo atendió muy bien y le dio las indicaciones de cómo llegar a las oficinas de los funcionarios con los que quería hablar. Sin embargo, en la primera oficina que entra, no recuerda de quien era exactamente, se encontró con un tipo gritando: “¿Qué tantas quejas tiene esa gente de mierda?”. “La impotencia fue tan grande que tuve que cachetearlo un poco y me fui”, comentó Ricardo.

Obviamente, todo lo que vivió ha obligado a Eduardo a denunciar a la Municipalidad por negligencia. “No pueden tener todo un barrio abandonado mal. Pareciese que los ciudadanos de ese barrio no son ciudadanos de primera, ni de tercera ni de cuarta, son de última. Fui al lugar donde me caí y vino un pibe de unos 15 años y dice, ‘señor, ¿estas son sus llaves?’. Entonces vos decís, ¿quiénes son los malos? ¿La gente o los que están enquistados en el poder?”.
Comentarios
http://www.lagaceta-digital.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=3768:me-cai-por-el-desaguee-ese-abierto-que-tienen-ahi-en-la-misma-vereda&catid=1:latest-news&Itemid=50





Caos en la ciudad
Horarios inadecuados, desorden, falta de planeamiento urbano, no son cosas buenas para resaltar alguna obra supuestamente necesaria, sino, mas bien, un disparador del mal humor de muchos.-

En el contexto de un transito desordenado, mas por una cuestión cultural, que por el re inicio de las actividades, el mal uso de los espacios públicos, la repavimentación de arterias en horarios inadecuados y como yapa el corte de la calle Ayacucho en su intersección con Mitre por la filmación de la película “El Pozo”, lo que algunos transeúntes risueños asignaban el libreto a Alicia Lemme, nuestra ciudad y la provincia parecía retornar a la normalidad, luego de las vacaciones de enero.-

El corte de las calles Chacabuco y parte de Jofré por las tareas de repavimentación, endemoniaron el transito.-

En el día de ayer se evidenció el alto grado de improvisación e impericia de las autoridades municipales, lo que presionó para el mal humor de muchos y para las bromas de otros.-

Horarios inadecuados, desorden, falta de planeamiento urbano, no son cosas buenas para resaltar alguna obra supuestamente necesaria, sino, mas bien, un disparador del mal humor de muchos.-
Controversias Alejandro Rodríguez