viernes, 18 de febrero de 2011

SALUD Y COMIDA EN HOSPITALES DE SAN LUIS: ¿EL NEGOCIO DE LA COMIDA TAMBIÉN EN MANOS DE LA FAMILIA GOBERNANTE?






Otro escándalo sacude al ministerio de Salud -
Las pujas del poder detrás del servicio de comida para los enfermos
Mientras aún se perciben los sacudones de la protesta en Fraga, donde los vecinos reaccionaron con una pueblada por la falta de médicos en su Hospital, el ministerio de Salud está ahora en el centro de intrincadas y sospechosas tramas en los procesos de licitaciones y concesiones del servicio de comida para los hospitales de Villa Mercedes y San Luis.

Una pelea que tiene como contrincantes a familiares y personas de máxima confianza de los hermanos Rodríguez Saá, y en la que hay en juego alrededor de 15 millones de pesos.




Uno de los “disparadores” de las “peleas del poder”, cuyo botín sería la nada despreciable cifra de 15 millones de pesos que el Estado pagaría a la empresa concesionaria del servicio de comida para los enfermos de San Luis, se presentó, justamente, en el Policlínico Juan Domingo Perón.

Según pudo averiguar este medio, la firma que tiene la concesión del servicio de comida en el Policlínico de Villa Mercedes, cuyo dueño sería un yerno del senador Adolfo Rodríguez Saá, estaría a punto de perder el “negocio” a manos de una empresa de Córdoba “palanqueada” por una ministra del gobierno, de íntima relación con una de las personas de máxima confianza de los hermanos Rodríguez Saá.

La situación ya generó reacciones y fuertes cruces entre parientes, como también entre funcionarios y dirigentes allegados al gobierno. Todo gira en torno a la concesión de un servicio que maneja alrededor de 15 millones de pesos y cuya rentabilidad es muy tentadora, según confió una fuente que pidió reserva de sus datos.

“Acá hay peleas familiares, pelas entre funcionarios y peleas entre gente de suma confianza de los hermanos Rodríguez Saá”, sostuvo. “Es porque detrás de los procesos de licitación que ya han generado sospechas, hay empresas amigas, parientes y altos funcionarios que luchan por quedarse con el negocio ¿Por qué? Porque si por cada enfermo de los hospitales el gobierno le paga 45 pesos a la concesionaria, el costo para las empresas no supera los 20. El resto es todo ganancia. El negocio es redondo”, agregó.

En el medio de esos procesos y enfrentamientos está el ministerio de Salud, con su titular a la cabeza, Julio Quevedo, quien no termina de resolver el cada vez más complicado panorama, que se presenta no solamente en el Policlínico de Villa Mercedes sino también en el Complejo Sanitario de San Luis, donde el actual concesionario del servicio de comida es un “viejo conocido del gobierno”, ligado desde hace muchos años al negocio hotelero y gastronómico y que tendría relaciones con otro pariente de los Rodríguez Saá.

Pero en la pulseada, parece que va sacando ventaja la empresa “amiga” de la alta funcionaria, ministra para ser más exactos, cuyo as de espada es su íntima amistad con uno de las personas de más confianza de los hermanos Rodríguez Saá. Esta firma, no obstante, debería sortear un duro escollo, ya que se presentó en la última licitación pero salió sexta ¿Cómo hará para quedarse con el servicio salteando a los cinco que ganaron los primeros puestos en la licitación?

Otro de los datos que inflan las sospechas es el hermetismo del gobierno para dar a conocer cuáles son las empresas “ganadoras” de la licitación del servicio. No publica el decreto ni el departamento de Compras del Ministerio de Salud da conocer los resultados de la licitación.

Para llenar el cartón: Un hijo del ministro Quevedo participaría en todas las comisiones de apertura de sobres que promueve el gobierno.

Las preguntas que el gobierno debería responder:

¿Es verdad que el servicio de comida del hospital de Villa Mercedes lo tiene un familiar de Rodríguez Saá?

¿Qué relaciones tiene con familiares de los Rodríguez Saá el concesionario del servicio de comida del Hospital de San Luis?

¿Hay una empresa que cuenta con un “apoyo especial” por parte de una alta funcionaria del gobierno para quedarse con el servicio?

¿Es cierto que un hijo del ministro de Salud participa en las comisiones de apertura de sobres para las licitaciones que promueve el gobierno?

¿Por qué el gobierno mantiene un fuerte hermetismo sobre las empresas y los procesos de licitación?

Con todo, no serían los únicos escándalos que tocan al ministerio de Salud y al mismo gobernador Alberto Rodríguez Saá. También habría irregularidades en la compra de ambulancias y, lo más grave: podría salir a la luz en los próximos días que los datos brindados por el ministerio sobre los índices de mortalidad infantil no son ciertos.
http://www.cronicadesanluis.com.ar/cronica/index.php?option=com_content&view=article&id=5005%3Aotro-escandalo-sacude-al-ministerio-de-salud-las-pujas-del-poder-detras-del-servicio-de-comida-para-los-enfermos-&catid=57%3Asan-luis&Itemid=114&lang=es





¿Irá Quevedo a explicar que fue un ‘error’?
En Juana Koslay no realizarán controles de salud durante febrero
Ante el inminente comienzo del ciclo lectivo 2011 y ante la exigencia de presentar en las escuelas el Certificado de Niño Sano, varios padres de niños en edad escolar que viven en Juana Koslay concurrieron al Hospital de Día de esa localidad, para realizar el control, pero se encontraron con un cartel que indica que “en el mes de febrero no se realizarán Controles de Salud (niños y adultos)”.

Ante la recepción de varias denuncias por parte de Periodistas en la red, concurrimos al centro sanitario para buscar una explicación, pero la esgrimida por una profesional está muy lejos de cualquier explicación lógica y razonable; pareciéndose más a una excusa que a otra cosa.

“Como los certificados tienen una validez de un año y se hacen cuando el chico cumple años y como en febrero son pocos los chicos que cumplen años, es que se tomó esta decisión”, aseguró la profesional a este medio. Como siempre, la pregunta del millón, aún cuando sean pocos los chicos que cumplen años en febrero: Quienes cumplen años en febrero ¿Cómo harán en la escuela si este año no presentan el certificado, siendo que si le hicieron un en febrero del año pasado, ya caduca?

Pero la cosa va más allá, toda vez que la mayoría de los padres llevan a sus hijos para este control y la obtención del consiguiente certificado obligatorio para el comienzo del ciclo, precisamente en febrero y no para cuando el niño cumple sus años. Esto significa que aquellos padres que hicieron el control en febrero del año pasado, para el presente ciclo lectivo ya no tiene validez porque excedió el año de otorgado. ¿Qué harán los padres en estas condiciones? ¿Tendrán que llevarlos en marzo y pedir en la escuela que se le otorgue un nuevo plazo para la presentación del certificado?

Pero más allá de esto, lo más importante a develar es qué le espera a los padres en marzo, puesto que allí irán la gran mayoría a obtener este certificado, lo que seguramente implicará un colapso en la atención. Esto sin contar que vuelva a ocurrir lo que año tras año sucede, como es que se dan pocos turnos diarios y encima uno por día por hijo, lo que para una familia numerosa implica varios días de concurrencia al centro de atención.

Uno entiende que febrero es el mes de las licencias y que hay poco personal trabajando, pero de allí a suspender completamente cualquier tipo de servicio obligatorio que tiene que brindar un Hospital de Día como el de Juana Koslay, hay mucha diferencia.

Alguna vez, Periodistas en la red publicó las palabras de un político local, donde señalaba -palabras más, palabras menos- que “ojalá el Hospital de Día no se convierta en un simple Centro de Salud con un edificio más grande”. Lamentablemente pareciera que no se equivocó.
Informe: Carlos Rubén Capella carlosrcapella@yahoo.com.ar
http://www.periodistasenlared.info/febrero11-18/nota2.html