miércoles, 27 de octubre de 2010

SAN LUIS, INCIDENTES Y QUEMA DE 7 CASAS EN BARRIO EVA PERON: AHORA LA CULPA LA TIENE LA OPOSICIÓN...






El periodísta Alberto Trombetta -ex ministro y vocero de Rodríguez Saá- en su programa de Tv por canal 13 intentó culpar a la oposicíón y en especial al ex-concejal Daniel Sosa, de los hechos que culminaron con el incendio de 7 casas en el Barrio Eva Perón.

Por supuesto que no presentó una sola prueba que avalara su acusación, pero intento marcar la cancha por donde el oficialísmo intentará eludir sus responsabilidad ante la grave au
sencia de los organismos del Estado en el control de la situación.





Opinión por Daniel Sosa *
La reacción social no se llama Daniel Sosa
Este martes 26 el mediático del gobierno de Rodríguez Saá, Trombetta, en otro capítulo de la tinellización del periodismo en el canal que pagamos todos los sanluiseños, ha realizado acusaciones sin ningún sustento contra mi persona.

Primero debió recurrir al operador político del gobierno provincial y familiar del asesino de Soledad, "El Indio" Barrientos, para acusarme directamente de la pueblada de todo un barrio contra el asesinato de una niña. Luego en vivo en su programa fue evidente la presión ejercida al tío por parte de padre de la niña para que sugiera una presunta responsabilidad de mi parte en los hechos sólo por mi presencia en la marcha y mis opiniones ante lo que ocurría dejándonos estupefactos a todos por el grado de hartazgo que expresaron los vecinos. Manipulación de Trombetta que obligaba al entrevistado a salirse de la escena de los hechos y a dejar a una sola persona como autora, Daniel Sosa, cuando había miles en la calle. Manipulación atroz a una familia que durante el velatorio estuvo recibiendo amenazas de vaya a saber qué otros cómplices de estos operadores impunes que habitan en los barrios para mantener a raya el descontento social mediante la intimidación.

Mientras tanto otros medios provinciales que no hacen de la realidad un show vulgar recolectaban todo tipo de testimonios y denuncias contra Barrientos, en la misma jornada. Pero de eso no habló, eso no fue transmitido por Trombetta.

Relatos periodísticos rigurosos dieron clara muestra de cómo se dieron los hechos, fueron testigos presenciales del estallido emocional de los manifestantes.

Mientras la encuesta en su programa que preguntaba a la población si harían justicia por mano propia le demostraba en un 83% que la sociedad de San Luis está harta ante la inoperancia de las instituciones, Trombetta negaba el real origen de la pueblada que ocurrió anoche por el fallecimiento de la pequeña Soledad, atropellada por un auto que corría picadas con otro.

Los vecinos fueron testigos y vieron a los conductores, los identificaron como quienes les han vuelto la vida imposible en el barrio con total impunidad, han contado hechos penosos e indignantes que sufren a diario algunos de los cuales el mismo operador Trombetta describió y le fueron reafirmados en los mensajes que dice recibir en el programa.

Pero se contradice, dice una cosa y luego otra, quiere darle la razón a la gente del barrio pero al segundo necesita negar el hartazgo de la misma gente buscando un tercero a quien demonizar.

Es de público conocimiento que hace años desde la militancia trabajo con los más humildes, entre ellos los del Barrio Eva Perón y que además no soy el único que intenta ayudar ante la miseria que sufren nuestros vecinos. Muchas agrupaciones sociales, políticas nos vemos obligados por la situación a asistir a la gente del barrio porque estamos con los nuestros que son los que sufren y siempre acompañamos las marchas que piden Justicia, Trabajo y Salario digno, reclamos de todos los días en el San Luis empobrecido de las obras faraónicas.

La reacción de los vecinos que marcharon hasta la casa del conductor que atropelló a Soledad fue absolutamente producto de la indignación, explotaron de bronca mientras las instituciones eran impotentes para actuar.

Ahora el operador Trombetta le busca un chivo expiatorio al gobierno de los Rodríguez Saá para tapar el sol con un dedo. Están ciegos, no pueden aceptar que el descontento social es mayúsculo y que cada hecho de salvajismo, y más contra la infancia, inflama el clima que vivimos a diario en la provincia.

Parece que es más fácil demonizar a los militantes sociales que hacer algo por el pueblo.

No se tiene que ocupar Trombetta de buscar perejiles para explicar lo inexplicable de la furia de un barrio cansado de soportar el abuso de un puñado de impunes. El enojo de la ciudadanía no se puede ocultar. Primero fueron contra la casa donde vivían los torturadores de Guadalupe Di Falco, ayer los vecinos del Eva Perón fueron contra la casa del asesino de Soledad.

¿A quién quiere acusar Trombetta de lo que siente la ciudadanía de San Luis ante los crímenes, ante la injusticia y ante la inoperancia?

Tal vez señalarme le sea útil para distraer un rato, pero no podrá tapar lo que está ocurriendo en la sociedad.

Me tomaré el derecho de iniciar acciones legales contra todos los personajes que hicieron referencia a mi persona y hago responsable al conductor Trombetta por cualquier ataque a mi seguridad personal y entorno.

* Daniel Sosa es el titular del Movimiento Evita San Luis, del Sindicato de Canillitas y ex concejal capitalino
http://www.periodistasenlared.info/octubre10-28/nota11.html






Berta Arenas
“Ha habido una elección de una estrategia diferente, la de la disuasión, la del diálogo”
Para sorpresa de todos, el pasado martes, la clásica conferencia de prensa que se celebra después de cada reunión de Gabinete contó con la presencia de Oscar Calderón, el subjefe de Policía. El objetivo de su visita, como era de esperarse, era hablar, o tratar de justificar, la inoperancia policial en los disturbios ocurridos en el Eva Perón el pasado lunes a la noche.

“Ha habido una elección de una estrategia diferente, la de la disuasión, la del diálogo. La otra estrategia es la represión. Cualquier otro tipo de medida podría haber sumado otra muerte”, dijo Berta Arenas, ministra de Seguridad, quien también acusó a los medios de desviar “la atención del objetivo fundamental”. “Acá ha habido la muerte de una niña inocente por personas que cometen actos delictivos, que tienen antecedentes y que accionan en contra de la ley”, destacó la funcionaria, quien luego, orgullosa, recordó que la causa ya tiene un detenido.

Por su parte, el subjefe de Policía, Oscar Calderón, lo primero que hizo fue asegurar que “no hubo víctimas” porque “se tomaron medidas”. “La inacción policial a la que ustedes hacen referencia es, pura y exclusivamente, porque los manifestantes impidieron, en su momento y en forma permanente, el accionar del vehículo de bomberos que tenía que sofocar el foco de incendio”, explicó Calderón sin dar ni un solo ejemplo de las “medidas” que se tomaron.

De hecho, por lo que dijo Calderón, para que el accionar policial sólo se limitó a dar concejos para los habitantes de las casas colindantes a las que fueron incendiadas. “Se autoevacuaron algunos y a otros se les aconsejó que despejaran la vivienda, cosa que si sufría algún daño la vivienda colindante, no sean daños físicos sino, pura y exclusivamente, materiales”, comentó el subjefe.

Continuando con su singular relato de lo ocurrido el pasado lunes, Calderón dijo que “no hubo ningún tipo de enfrentamiento”, ya sea entre vecinos, cosa que sí sucedió, o contra la policía. Como si eso fuera poco, el subjefe también manifestó que no hubo saqueos ni vandalismo. “Algún grupo minúsculo quiso cometer algún acto de vandalismo en una vivienda puntual de la familia Barrientos”, dijo Calderón, quien luego agregó que, gracias “a la directiva precisa” de la jueza de turno, este “minúsculo” problema pudo ser detenido.

“Si hubiera sido un accionar policial, podríamos haber estado ante un mal mayor. Dentro de las medidas pertinentes se verá cuáles son los responsables de los daños estos, del mal menor que decimos, y serán puestos a disposición de la justicia”, concluyó Calderón, en perfecta concordancia con lo que dijo Arenas.
http://www.lagaceta-digital.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&i d=3285:ha-habido-una-eleccion-de-una-estrategia-diferente-la-de-la-disuasion-l a-del-dialogo&catid=1:latest-news&Itemid=50






La ministra de Seguridad "ya debería haber renunciado
El presidente de la UCR y diputado por La Capital, Jorge Lucero, lanzó un duro cuestionamiento al gobierno por los sucesos del lunes en la noche en el barrio Eva Perón y consideró que la ministra Berta Arenas y el jefe de la Policía, Héctor Ribas, deberían haber presentado su dimisión.
ver video en :
http://www.youtube.com/watch?v=unuvNZnBVn4&feature=player_embedded





OPINIÓN
Hartazgo social
Por Alejandro Rodríguez
“La poblada del lunes, es solo un punto mas de la decadencia del régimen, que terminará en agonía o desangre de un sistema absolutamente anacrónico e inviable.-“

El pasado lunes se produjo una poblada que afectó en profundidad al Barrio Eva Perón donde la gente reaccionó con toda su bronca contenida, al bestial asesinato de una niña por causa de una picada automovilistica.-

Desde esta columna de opinión se advirtió reiteradamente que San Luís se convirtió en un cóctel explosivo, como consecuencias de las políticas implementadas por una misma familia desde 1983.-

El Jefe Supremo profundizó la zanja que separa a la clase gobernante del pueblo e hizo que las instancias institucionales de mediación entre el poder y la sociedad se convirtieran en orgánicas fluidas para la dominación con una articulación y permanencia a su interior, ante una sociedad con sus vínculos disueltos en su base.-

El destrozo de la cultura provincial, el afán de comienzo y fin de la historia con su reinado, la acumulación de ilegalidades y el gobernar al margen de la ley y con la ruptura de las reglas de juego, de acuerdo con el humor del Jefe Supremo, plantea un escenario desquiciado que conduce al relajamiento de las normas de convivencia y a reacciones como las que se operaron en Brrio.Eva Perón.-

Es necesario el rigor del análisis, para no caer en facilismo inconducentes.- En la sociedad disuelta, con despojos de tierras a trabajadores rurales, con transgresiones de todo tipo con respecto a la jerarquía del derecho planteó un escenario granado por los vínculos disueltos, desde la familia, pasando por los de vecindad hasta de relación con el Estado, en lugar del constante que normalmente tiene los hombres y mujeres con anclaje en una cultura e historia, destrozado en la provincia por acción e ideología del Jefe Supremo.-

Hacer desparecer de un plumazo a la Calle Angosta o pretender los mismo con la Estación de Trenes, o el Centro Civico en la Plaza Independencia para remplazarlo con la Torre de Control de Terrazas del Portezuelo, es quitar el anclaje alrededor del cual se formó y creció nuestra cultura.-

Ninguna institución puede ser permanente e inmutable en el tiempo, pero si, por estética expresa lo permanente y el público se une en ella.- Cuando ello desaparece, sin una adecuada y participativa campaña del colectivo social, buscando el éxito en la primicia, la convocatoria se apaga, todo se vuelve fluctuante e inconstante, la ansiedad gana terreno y la violencia pasa ocupar una centralidad inédita.-

La exhibición pornográfica de la corrupción, la venta y comercialización de las mas diversas sustancias prohibidas y los dobles discursos del Jefe Supremo y sus cortesanos fueron conformando un relajo social, que se expresa con acordes de sana rebeldía o ilícitos.-

Claramente el gobierno actual no garantiza las cuestiones mínimas que debe hacer el Estado como; Educación, Salud, Seguridad y reglas de juego estable con soberanía popular.- En la actualidad, no está en condiciones – al menos – de garantizar ni el transporte público de pasajeros.-

El pasado martes se decía en el habitual panorama político del que firma;” La acumulación de ilegalidades y el gobernar sin consenso y en contra de la población, pueden marcar un punto de tensión en cualquier lugar.- Sin embargo en San Luís, a lo expuesto se le debe agregar el despojo de sus bienes a los ciudadanos, el accionar del crimen organizado con la protección del Estado como se observa en Juicio Oral por la muerte de la Oficial Molina, o el caso de Guadalupe Di Falco, están llevando al limite insostenible de los afectados.-

Las apropiaciones de tierras con opinables fallos o normativas y las evidencias de que son acciones para la conveniencia del Jefe Supremo y su corte, producen un estado de exasperación de los violentados y de repudio general en la ciudadanía.-

Es natural que en el horizonte humano de cualquiera de nosotros dejemos un espacio libre para hechos imprevisibles, los que en modo alguno significa que estemos captados por cualquier forma de acontecer.- Los hechos concretos pueden variar, pero en el marco de una red, con un sistema de coordenadas tacitas, mas o menos constantes.- El jefe Supremo pretende variar a su antojo, las coordinas y el sistema..-

La poblada del lunes, es solo un punto mas de la decadencia del régimen, que terminará en agonía o desangre de un sistema absolutamente anacrónico e inviable.-
Controversias Alejandro Rodríguez





UNA MULTITUD QUEMO EN SAN LUIS LAS CASAS DE LOS QUE SUPONEN INVOLUCRADOS EN LA MUERTE DE UNA NENA
Siete incendios al grito de ¡Justicia!
El domingo, María Soledad Castro, de 7 años, murió atropellada por un auto que corría una picada en la capital puntana. El lunes por la noche, unas dos mil personas incendiaron siete viviendas. Un adolescente fue detenido por la picada y su hermano está prófugo.

Por Horacio Cecchi
No era difícil prever el estallido. El hambre, la tensión, la invisibilidad. En el barrio Eva Perón, norte empobrecido de la ciudad de San Luis, el incendio de siete casas por una muchedumbre enceguecida no fue inesperado. La desgraciada suerte de María Soledad Castro, la chiquita de 7 años arrollada por un VW Gol cuyo conductor corría picadas el domingo por la tarde, actuó como disparador. El lunes, después de despedir sus restos, después de que sus padres fueran recibidos en la comisaría de la zona para escuchar las promesas del compromiso en la investigación, una multitud se desató e incendió la casa de dos familias, los Arce y los Barrientos, a la que aseguran que pertenece el joven responsable de la muerte de la chiquita. Sin espacio, sin aire para otra cosa que para oxigenar el fuego, la multitud se lanzó a quemar por propia mano otras seis viviendas, supuestamente de la misma familia, supuestamente responsable por lazo sanguíneo del supuestamente responsable de la muerte de la chiquita, condenado y prófugo de antemano, y lo hacía al curioso grito de ¡Justicia! ¡Justicia!. A todo esto, Berta Arenas, ministra de Seguridad de otra familia, Rodríguez Saá, confundiendo intervención social con penal, y salud y trabajo con palos, redujo la presencia estatal a la policía, que “estuvo presente, pero si hubiera intervenido hubiera sido peor”.

El domingo pasado por la tarde, un VW Gol blanco con vidrios polarizados que corría una picada con un Fiat 128 en el boulevard La Bandera, cerca del Anexo 4 del barrio Eva Perón, atropelló a María Soledad Castro, de 7 años. “Cuando quiero ver, va un auto a alta velocidad –dijo José Aguilera, el padre de la nena–. El auto venía de contramano a altísima velocidad. Ella va poniendo el pie en el cordón cuando ahí la atrapa y la llevó”, relató a los medios.

Poco después, la jueza de Instrucción 3, Virginia Palacios, comentó que había ordenado la detención de un adolescente, de 16 años, hermano del conductor y que viajaba como acompañante. La jueza había ordenado peritajes para determinar si el vehículo mostraba efectos del golpe.

Ayer, durante el día, se realizó el sepelio. Después la familia, acompañada por alrededor de 250 personas, fue recibida por el comisario Darío Neira, jefe de la seccional 7ª, de la jurisdicción. Allí les explicaron a los padres sobre la detención del adolescente y les dieron algunos detalles sobre la investigación.

Al salir de la comisaría, la cantidad de gente se había engrosado. La marcha de regreso avanzó lenta, como una procesión para cubrir las siete cuadras que separaban la comisaría de la casa de los padres de María Soledad. Pero al pasar por una de las casas de alguno de los familiares de los Arce-Barrientos alguien arrojó un palo encendido y se desató la furia. Al rato, la multitud se había engrosado y corría en busca de más culpables. Piedras en mano, rompían los vidrios de puertas y ventanas. Incluso con un tronco como ariete ingresaron en una de las casas y comenzaron a vaciarla y prenderle fuego.

Siete casas fueron reducidas a cenizas. A los bomberos, la multitud les cortó el paso, enceguecida. La guardia de infantería, ese grupo de uniformados destinados a intervenir cuando ya es tarde, se mantuvo expectante, escudos y bastones en mano, aguardando órdenes que no llegaron. Sólo al final, algunas escaramuzas para disolver a los más fragorosos, cuando todo ya se apagaba. Es cierto, con los ánimos colapsados de ambos lados, si hubiera intervenido podría haber sido una masacre.

Mientras, Jerónimo Barrientos, padre de los acusados por la multitud, reclamó más tarde que sus hijos “no tienen nada que ver. Dos hijos míos se han puesto a disposición de la Justicia para que los investiguen. Ellos no tienen nada que ver”, decía y repetía con una extraña mezcla de lágrimas y sangre en el ojo. “¿Qué justicia vienen a hacer, a robarse las cosas? ¿Por qué no fueron y le quemaron la casa de..., que vive en la Rawson y es el que mató a la nenita?”, preguntó virando rápidamente de víctima a victimario. “Hay un menor que está detenido, que es Arce”, dijo en alusión a otra familia cuestionada por los pobladores. “No hubo Barrientos corriendo picadas. Acá hubo zona liberada. Que vayan a la casa del chico que la mató”, bramaba la hermana de uno de los Barrientos, esa extraña mezcla de noción de justicia y práctica del mano propia.
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