miércoles, 10 de febrero de 2010

FALLO DE LA CORTE: RODRIGUEZ SAÁ SIGUE SANGRANDO Y AHRA APELA A LAS CARTITAS...
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Alberto Rodríguez Saá
Enojado con la Corte, salio al cruce en La Nación
Alberto Rodríguez Saá eligió el diario de los Mitre para descargar su enojo con la Corte Suprema de Justicia de la Nación por el fallo que lo dejó fuera de discusión en el tema de las reservas del Banco Central y recordando sus épocas de columnista, prometió seguir presentándose en la Justicia hasta que "tengamos nuestro día en la Corte", tras haber cuestionado al fallo. Sostiene en sus líneas que el decreto es de falsa necesidad y urgencia, probablemente tan falsa como la que se argumenta para contratar directamente con sus empresas o hacer emprendimientos ultra veloces como el del anfiteatro en el Pueblo Ranquel. Dice que con este fallo, el tribunal "perdió la oportunidad de sostener y fortificar el federalismo argentino".
El lector distraido, si no lee el título o no conce del tema del que se habla, tranquilamente puede pensar que está haciendo una descripción de lo que pasa en la provincia que gobierna.



El texto aparecido ayer en La Nación:

Con extraordinaria velocidad, la Corte Suprema de Justicia rechazó el amparo presentado por el pueblo y la provincia de San Luis contra el decreto de (falsa) necesidad y urgencia que habilita el pago de la deuda externa con las reservas del Banco Central.

Ha hecho muy bien en resolver rápidamente un tema tan sensible (esperemos que este criterio "siente jurisprudencia" en el propio Tribunal), pero ha hecho muy mal en negarse a intervenir. De esta forma simplemente abrió la puerta para una nueva expoliación en perjuicio del pueblo argentino.

También cerró los ojos ante la reiteración de una artimaña institucional por parte del Gobierno: tener a disposición, para la corrupción, el clientelismo y la subordinación de las provincias, 30 mil millones de pesos que el Congreso, con recursos genuinos, había ya destinado para el pago de la deuda, Congreso al que se lo mantiene cerrado, por primera vez sin convocar a sesiones extraordinarias.

La Corte Suprema no solo impulsó la subsistencia de aquel perverso decreto de (falsa) necesidad y urgencia. Hizo algo mucho peor: perdió la oportunidad de sostener y fortificar el federalismo argentino.

Al resolver que la provincia "carece de legitimación" a los efectos de defender las reservas de todos los argentinos ?y por tanto de todos los puntanos? puestas en custodia en un banco federal, como expresamente lo denomina nuestra Constitución ?y por tanto fondos que pertenecen al dominio eminente de las provincias?, la Corte ha lastimado seriamente el federalismo.

En tanto, el monstruo clientelista y autoritario del gobierno central continúa devorando el alimento, la salud, el trabajo y el futuro de los pueblos provinciales. Así, como en un monstruoso esperpento, seguiremos viendo ese desfile indigno de gobernadores mendicantes.

Es en el federalismo donde se aseguran la democracia y el progreso de los pueblos, como lo han previsto con sabiduría Dorrego, Alberdi y tantos otros héroes de nuestra organización constitucional.

Ellos también imaginaron una Corte Suprema de Justicia con coraje para defender esa vigencia federal. Así lo hizo el Tribunal en ocasiones gloriosas de su historia, tradición que no puede ser traicionada bajo la excusa de una "no intervención" en asuntos supuestamente políticos. ¡No es ésa la naturaleza del caso que llevamos a los estrados de la Corte! ¡Es un caso regido por la Constitución nacional! ¡En la causa se defiende la forma representativa republicana federal que declara enfáticamente el primer artículo de nuestra Constitución!

Si las provincias no están legitimadas para defender el funcionamiento institucional del Banco Federal, ¿quién lo estará? ¿Acaso lo están quienes avalaron, con gran hipocresía "no negativa", que el presidente de esa institución constitucional fuese echado por decreto, sólo por resistirse a este nuevo manotazo al patrimonio de los argentinos?

Qué contradicción. No hace mucho la Corte Suprema suplantó la voluntad electoral del pueblo de la ciudad de San Luis y eligió, por un mero acto de imperio, al intendente de nuestra capital. Distintas varas.

¿Se trata de convencimiento o sometimiento a presiones? Nosotros seguiremos llevando nuestros reclamos ante los estrados judiciales, ante nuestro juez natural, que es la Corte Suprema de Justicia.

El pueblo puntano es tan paciente como tenaz. Como la gota que horada la piedra, continuaremos exigiendo tener "nuestro día en la Corte", continuaremos exigiendo justicia. Justicia como esencia de la forma representativa republicana federal querida por los padres constituyentes
http://www.periodistasenlared.info/febrero10-10/nota3.html