domingo, 18 de julio de 2010

SAN LUIS: INSEGURIDAD Y CORRUPCION POLICIAL, RODRIGUEZ SAÁ ENLOQUECIDO CON SUS MEGAOBRAS NO DA EN LA TECLA...






Corruptos, puede ser; lieros, jamás El Jefe de Policía descabezó la Unidad Regional II
El Jefe de la Policía de San Luis, comisario Héctor Rivas dispuso el pase a disponibilidad del Jefe la Unidad Regional II, comisario general Ignacio Bertoli, luego de la gresca provocada por las dos hijas de este, en la que resultó herida una oficial de policía. La medida también comprende al comisario Daniel Díaz, quien la noche la pelea de encontraba de turno. Rivas dispuso además el sumario administrativo para Bertoli y Díaz y también para el jefe de la Comisaría del Menor, comisario Gabriel Molina.



De acuerdo con declaraciones del comisario Carlos Pereyra, Jefe de Relaciones Policiales, Rivas dispuso las sanciones respectivas debido a que los tres comisarios omitieron la inmediata comunicación a la Jefatura del escándalo protagonizado por las dos hijas de Bertoli, quienes en estado de ebriedad le habrían roto el tabique nasal a una oficial de policía, quien la madrugada del domingo se encontraba, uniformada, de consigna en la puerta del salón de fiestas Noche Buena, en Villa Mercedes.

Carina Llambías, la oficial golpeada, denunció que cuando llegó la ambulancia al sitio de la trifulca, en vez de socorrerla a ella que era la víctima, el vehículo fue usado para sacar del lugar a las dos hijas de Bertoli y, de paso, llevarlas hasta su domicilio. Llambías aseguró además que cuando fue a denunciar el hecho en la Comisaría del Menor, por orden del comisario Molina, los efectivos de turno se negaron a efectuar el trámite. En lugar de Bertoli fue designado el comisario Vicente Tula, quien se desempañaba como segundo jefe de la URII.
Especial para Periodistas en la red: Gustavo Heredia flac0heredia@hotmail.com
http://www.periodistasenlared.info/julio10-16/nota1.html




Jaqueado por escándalos, Bértoli fue apartado de la UR II
Ignacio Bértoli, dejó su cargo como jefe de la Unidad Regional II con asiento en Villa Mercedes. Una disposición de las máximas autoridades de la Policía de la Provincia lo apartó de la función.

Si bien se presenta como “detonante” del alejamiento la denuncia contra sus hijas por agredir a una oficial de policía, fuentes de la fuerza indicaron que “lo más grave” es la investigación que está llevando adelante la Justicia por los asaltos a la familia Ruiz.
http://www.cronicadesanluis.com.ar/cronica/




Escándalo policial: Bertoli a disponibilidad
Es por el caso donde las hijas del ahora ex jefe de la Unidad regional II agredieron ferozmente a una oficial de la fuerza. El lugar de Bertoli es ocupado por el Comisario Mayor Rodolfo Tula.

Finalmente y luego de que sus hijas protagonizaran un escándalo que lo involucró directamente, el Comisario Bertoli debió dejar su cargo acusado de cometer ciertas irregularidades tendientes a obstruir el procedimiento por el cual la joven policía agredida no pudiera realizar la denuncia correspondiente.

Entre las razones por las que se dispone el pase a disponibilidad del Jefe de la Unidad Regional II se expone que nunca comunicó de lo sucedido a sus autoridades superiores, el propio Héctor Rivas, jefe de la fuerza, reconoció haberse enterado de lo sucedido por la prensa. Esta razón y el accionar tendiente a ocultar y no permitir que una investigación pudiera involucrarlo a él o las integrantes de su familia terminaron por definir la suerte de Bertoli.

Desde las últimas horas el cargo es ocupado por el Comisario Mayor Rodolfo Tula.
http://www.reflejoreal.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=2950:escandalo-policial-bertoli-a-disponibilidad&catid=1:policiales-alias&Itemid=9




El zorro a cuidar gallinas
“Lo que me llama la atención es que el juez con esa resolución no haya tomado las medidas correspondientes”
El Jefe de la Policía de San Luis, comisario Héctor Rivas, criticó la determinación del juez Alfredo Cuello de delegar en la misma policía la investigación por las sospechosas fallas en la instrucción de la causa por los dos violentos asaltos al establecimiento “El Ruiseñor”, en la localidad de Justo Daract. “El juez tendría que haber tomado medidas en ese caso y no mandarnos a que las tomemos nosotros”, dijo Rivas, quien también explicó el descabezamiento de la Unidad Regional II y la instrucción de los sumarios respectivos, a raíz del escándalo protagonizado por las hijas del comisario Sergio Bertoli.

“La semana pasada la jefatura tomó la determinación de pasar a disponibilidad a dos efectivos, entre ellos el que era Jefe de la URII, comisario general Bertoli y también al comisario Daniel Díaz, quien era el jefe de turno cuando sucedieron los hechos. La sanción se toma porque se observa una irregularidad en lo informado de lo que pasó entre las hijas de Bertoli y la oficial Llambías. Se está investigando porqué no se recibió la denuncia en tiempo y forma, y asuntos internos se ha hecho cargo de la parte administrativa de la investigación para ver que es lo que pasó con la cadena de mandos, tanto en lo que refiere al jefe de turno saliente como el entrante, y a su vez hay que dejar en claro que el comisario Gabriel Molina era el jefe directo de la oficial agredida y tenía que ser el primero en tomar conocimiento del parte de enfermo de la oficial”, detalló Rivas.

Respecto a la negativa de sus propios compañeros de tomarle la denuncia a la oficial golpeada, Rivas dijo que “a primera vista hay varios contradichos. Hay varios actores que han intervenido en el caso. Lo que se observa es como que hubiera una directiva, entre comillas, de no recibirle la denuncia a la oficial, pero hay dos inspectores, cuya conducta valoro, por su honradez y por el cumplimiento de su deber, quienes hacen los informes –uno de ellos es el jefe directo de la oficial- poniendo en conocimiento a sus superiores de lo que había pasado.”

Visiblemente molesto por haberse enterado oficialmente de la agresión propinada por las hijas de Bértoli a la oficial Carina Llambías, con dos días de retraso, Rivas confirmó que “Ese informe no tuvo su curso normal de acuerdo a lo que se observa en el parte de novedades que nos hacen llegar el día 9 y 10 del corriente mes, porque el hecho no está plasmado en el parte de novedades que se recibe en la Jefatura. Lo más grave es que nosotros tenemos una red, con la que nos comunicamos todo el tiempo, incluso con el ministro si es necesario, por lo que ellos todo lo pueden hablar conmigo”.

En cuanto a la sospechosa desidia con que la policía descuidó la investigación por los dos asaltos a la familia Ruiz, Rivas dijo que “Desde ya que en la investigación de los asaltos en Justo Daract hay una irregularidad por parte de la Brigada de Investigaciones de Mercedes, porque es evidente la dejadez total que se observa en la causa durante un lapso de más de veinte días en el que, si se llevó a cabo alguna medida, no quedó nada registrado en ningún lado. Lo que me llama la atención es que el juez con esa resolución no haya tomado las medidas correspondientes. Yo he hablado con el juez Cuello y él no me ha manifestado que tenga miedo como dicen”.

“Respecto de la posible participación de un policía en los asaltos, tal como asegura el hijo de la familia Ruiz, eso es una medida de la justicia, no de la policía. Nosotros vamos a ir trabajando a la par de lo que se vaya haciendo penalmente”, aseguró Rivas quien, contradiciendo la máxima de Perón de que “cuando quieran que algo no avance nombren una comisión”, dijo que “Creo que con buen criterio le hemos transmitido al juez que se debía nombrar una comisión para esclarecer urgente los asaltos y luego vendrá la investigación de las irregularidades del personal policial que actuó. La comisión está integrada por la comisaría de Justo Daract y dos subcomisarios con un suboficial, quienes ya le están aportando información al juez para que libre las primeras órdenes de detención”.

Consultado sobre los mensajes de texto que figuran en el celular de Juan Pablo Vinuesa, donde el detenido luego liberado evidencia que es parte de una banda que tiene planeados otros asaltos como los que les ocurrieron a los Ruiz, Rivas confirmó la existencia de los mismos pero pidió paciencia “hasta que se realicen las pericias sobre la sábana correspondiente”. “Es muy grave que el detenido Hernández haya declarado que la policía le retuvo un auto y que para devolvérselo tuvo que entregarle a los efectivos 10 mil pesos”, dijo Rivas con cara de sorprendido.

Según fuentes de la investigación existen ya dos policías que aportaron a la Justicia los nombres de los dos efectivos coimeros que le retuvieron el auto a Hernández el 28 de mayo y se lo devolvieron el 4 de junio, previo pago de los diez mil pesos aludidos (algunos aseguran que fueron 17 mil pesos) y Rivas aseguró que “Cuando se reciban todas las declaraciones tomaremos las medidas. Yo lo que observo es que el tema de los autos robados nadie toma el toro por las astas e inicia una investigación como se debe. La policía ya no tiene lugar donde poner los autos que secuestra. La gente, cuando le secuestramos el auto porque no tiene los papeles para circular, lo primero que nos dice es que lo compró de buena fe. No hay buena fe cuando compras por veinte mil un auto que vale 80 mil”.

“Es lo mismo que ocurre con los robos que tenemos a diario. Un plasma se vende a 200 o 300 pesos cuando todos sabemos que vale 4500. Por ejemplo con los robos que tuvimos en La Punta, todo lo robado se vendió ahí mismo. La gente nos pide más móviles, más efectivos pero ellos mismos compran los elementos que otros les roban a su vecinos.”

Preguntado Rivas respecto a la versión de que URII hace ya tiempo que ha escapado al control de la Jefatura y que allí hoy se concentra lo peor de la policía provincial, el Jefe dijo que “El nuevo jefe y el segundo son dos muy buenos oficiales, con un excelente legajo. Esto que digo no significa que Bertoli sea malo, sino que lo que le ha sucedido es un hecho familiar que deberá resolver en su hogar. Es cierto que los mercedinos son un poco cerrados, pero siempre hemos trabajado bien y hemos esclarecido varios hechos. Si luego de esta investigación algunos policías resultan sancionados, se tendrán que ir”, concluyó.

Al reconocimiento por parte de Rivas de las irregularidades cometidas por la URII, se suma el pedido de indagatorias que presentará hoy la fiscal Gretel Diamante. “Hoy lunes presento un pedido para que el juez llame a indagatoria a un grupo de policías, considerando que hay suficientes elementos como para indagarlos por la posible comisión del delito de encubrimiento calificado y por supresión de medios de prueba, al igual que un caso por la posible coautoría del delito de robo calificado por el uso de armas en perjuicio de la familia Ruiz, en el hecho ocurrido el 23 de junio de 2010”, aseguró la fiscal.
Especial para Periodistas en la red: Gustavo Heredia
flac0heredia@hotmail.com




Pesados pesados La trama turbia de los asaltos en Justo Daract que involucran a la policía
La Unidad Regional II de la Policía de San Luis protagonizó esta semana dos hechos escandalosos que desnudan la connivencia policial con delincuentes y también el abuso, no solo por parte de los efectivos policiales sino también por parte de sus familiares, de la impunidad con que se conducen los uniformados. “El hecho protagonizado por las hijas del jefe de la URII es, si cabe, pintoresco, comparado con la crueldad de los robos a la familia Ruiz” aseguró una fuente de la policía, la cual pidió reserva de identidad debido a que “los policías de Mercedes son pesados pesados”.

La familia Ruiz, un clan que se dedica a la producción agropecuaria en el establecimiento “El Ruiseñor”, ubicado en las proximidades de Justo Daract, fue víctima de dos robos violentos en un mes. En el primero de los asaltos ocurrió pasadas las 22 del día 28 de mayo de 2010, cuando se presentaron en la casa de los damnificados cinco sujetos que se conducían en un vehículo idéntico a una patrulla policial. El matrimonio Ruiz se encontraba descansando cuando los aparentes policías les golpean la puerta solicitándoles colaboración porque en la tranquera del campo (a 1500 metros de distancia) “se había suicidado una persona”. Roberto Ruiz accede a colaborar y cuando abre la puerta es de inmediato sometido por los asaltantes, quienes le exigen una fuerte suma de dinero. La esposa de Ruiz de 60 años es atada al cabezal de la cama y escucha cuando comienzan a torturar a su marido quien negaba disponer de dinero alguno.

A Roberto Ruiz lo torturan quemándolo en el pecho con el atizador de la estufa a leña, mientras que, por la resistencia del marido a decir donde estaba el dinero, también comienzan a torturar a la mujer quemándola en las piernas con el mismo hierro candente. “Es evidente que los asaltantes sabían que Ruiz es de esos paisanos que no trabajan con bancos y que toda la plata que hacen la mandan debajo del colchón”, confió la fuente policial. “En la comisaría de Justo Daract la víctima confesó que le robaron 30 mil pesos, pero en el juzgado parece que dijo que la suma robada era superior”. Como con las quemaduras no bastó para que Ruiz dijera donde estaba el dinero que ocultaba, los asaltantes le arrancaron las uñas de los pies de tanto pisarle con la suela de los borceguíes los dedos descalzos. Antes de irse los ladrones quemaron la baliza del supuesto patrullero en la estufa a leña de los Ruiz.

Cuando productor asaltado consigue llegar hasta la comisaría 18 de Justo Daract para denunciar el hecho, la policía realiza el relevamiento de posibles huellas e indicios que los asaltantes hubieran dejado en medio de la faena pero, aunque consta un acta de procedimiento en el expediente, curiosamente el resultado de la pesquiza se perdió. Cuatro días después de sucedido el atraco la Brigada de Investigaciones de la URII le quita a la comisaría 18 la causa argumentando que “la dependencia no cuenta con medios para llevar la investigación adelante”.

“La 18 ya había comenzado a investigar y había avanzado lindo con el rastreo de los posibles implicados. El primer dato de los posibles autores nos llegó de un protector comunitario unos días antes de que sucediera el hecho. Justo Daract es un pañuelo y los protectores comunitarios son los primeros en notar movimientos raros. Este protector había notado que una madrugada, pasadas las 6 de la mañana, un autito Corsa estaba estacionado con tres individuos en su interior. Cuando el protector pasa delante del auto los tres tipos dan vuelta la cara para no ser reconocidos y entonces el muchacho les toma la patente y se la pasa a la policía. Al principio todo quedó como un dato sin sentido porque no pasó nada ese día, pero luego cuando ocurrió lo Ruiz nos dimos cuenta que a cincuenta metros de donde estaba el auto esa madrugada vive uno de los hijos del productor asaltado. Evidentemente estaban haciendo inteligencia porque el hijo de Ruiz labura con su padre en el campo y sale de su casa a las 7 de la mañana todos los días”, dijo el policía.

“Desde Daract verificamos los datos del vehículo y la propiedad correspondía a un ciudadano de apellido Vinuesa. Vinuesa fue citado a la comisaría Novena de Mercedes y lo que recuerdo que dijo es que él había vendido ese auto hacía un tiempo. La declaración de Vinuesa le fue entregada en mano al comisario Contreras, jefe de la Brigada de Investigaciones, quien ahora dice que nunca recibió nada”.

El 23 de junio a los Ruiz los vuelven a asaltar, pero esta vez el matrimonio no estaba solo, sino que también se encontraban los dos hijos con sus respectivas esposas. Otra vez les roban una fuerte suma de dinero, pero uno de los hijos, el más chico, descubre y desde entonces jura que uno de los asaltantes era un policía que habría ido al campo con motivo de la investigación del primer robo. “Cuando entran los ladrones el chico se ve que no estaba junto con los padres y se hace de una escopeta y, a través de su celular, llama al teléfono que ese mismo policía que parece que participó del robo les había dado para que lo llamaran si algo pasaba, pero lo atiende otra persona. También llama al 101 y la policía va al campo cuando los delincuentes ya no estaban. Esta vez los tres tipos habían llegado caminando”.

“No sabemos que pasó, pero como un mes después de que la Brigada de Investigaciones se lleva las actuaciones de la comisaría de Daract, el jefe de la URII ordena que las actuaciones sean devueltas a la comisaría 18 y se perdió es mes clave en la investigación porque la Brigada a cargo de Contreras no hizo nada. Cuando la 18 se hace cargo de nuevo se disponen una serie de allanamientos y secuestran un celular propiedad de Vinuesa con varios mensajes de texto, que indicarían que la banda estaba planeando otro asalto. La causa daba para pedir el secuestro del Corsa de Vinuesa pero esa diligencia no se realizó.”

Luego del segundo asalto la policía detiene a Juan Pablo Vinuesa, Marcelo Hernández y a Raúl Sombra. Los tres detenidos son conocidos por ser vendedores de autos y es Marcelo Hernández el que confiesa en una declaración ante la policía que “Un ciudadano de Justo Daract, al que le había vendido una camión, lo condujo hasta la provincia de Mendoza para cambiar los cheques que había recibido a cambio de la venta de otro rodado”. El dato sugestivo que demuestra la vinculación de la policía con hechos delictivos es que el mismo Hernández dice en su declaración que “antes de ir a Mendoza la policía lo detuvo y que como lo trataron bien, a la vuelta les agradeció la hospitalidad a los efectivos “regalándoles 10 mil pesos””. Una fuente de la causa relató que los hechos fueron diferentes a la narración de Hernández: “A este lo meten preso porque evidentemente les debía plata a los canas. Lo liberan a él pero le retienen el auto y es por eso que no les da 10 mil pesos como dijo, sino que los milicos se quedaron con la totalidad del cobro de los cheques que eran 17 mil pesos en total”.

En el segundo hecho los asaltantes van derechito a la casa de los Ruiz caminando y se escapan luego de cometido el asalto de la misma manera. Esta vez los delincuentes eran cuatro. En el primer hecho (el del 28 de mayo) dos de los tres detenidos (Hernández y Sombra), según consta en la investigación, habían estado presos en Villa Mercedes hasta dos horas antes de cometido el robo. “A Vinuesa, Hernández y Sombra los detienen el 1 de julio luego de cometido el segundo hecho. Hernández y Sombra, junto a un tercero de apellido Sarmiento estuvieron alojados en la comisaría 12 de Mercedes hasta un rato antes de cometido el primer robo a Ruiz. Según parece les habían secuestrado el vehículo pero no existen actuaciones respecto al trámite, sino que la detención solo figura en el libro de novedades. Dice el libro de novedades que ingresaron a las 15 horas del 28 de mayo y los liberan a las 22 horas. A las 23 se produce el asalto. Dos más dos es cuatro: si no hay trámite de verificación del dominio del auto en la documentación de la comisaría, ¿para que los tuvieron detenidos y los liberaron un rato antes del robo?. Evidentemente les dijeron “vayan, hagan el laburito y luego pasen a dejarnos las parte que nos corresponde. No hay otra. Si Hernández tuvo que darle a la policía la guita que trajo de Mendoza, es probable que luego de los robos a Ruiz haya pasado lo mismo. El viaje a Mendoza de Hernández se produce cuatro días después de que asaltaran a Ruiz por primera vez”.

“El comisario Contreras, Jefe de la Brigada de Investigaciones de la URII, es indefendible. Contreras no sabe decir a dónde fueron a parar los elementos que se secuestraron en lo de Ruiz luego del primer robo. Allí había fotos tomadas en el campo, planimetría, nada aparece. También Contreras niega que haya recibido la primera declaración del imputado Vinuesa. La familia asaltada aportó fotos a la policía de las heridas que sufrió Ruiz en el pecho con el atizador de las brasas. Es muy curioso que los asaltantes que lo torturaron le dibujaron algo en el pecho y ese mismo dibujo apareció al otro día en el piso del galpón. Esas fotos tampoco están. Con todo lo que se ha desaparecido no es raro que al juez no le quedara otra que liberar a los tres detenidos”, dijo el policía consultado.

En la resolución tomada por el juez Alfredo Cuello, el magistrado cuestiona el sospechoso desempeño de la URII “teniendo en cuenta las anémicas pruebas tendientes a la vinculación concreta de los imputados”. “Débiles son los resultados obtenidos por la actuación policial que si bien alcanzan para sustentar líneas investigativas, no adquieren el valor suficiente y necesario. Escapa a mi entendimiento el bache investigativo, fácilmente observable si se estudia el derrotero de las actuaciones desde el 4 de junio hasta que se produce el segundo hecho el día 23 del mismo mes. También se aprecia la falta de sumario en la declaración de Vinuesa ante personal de la Comisaría Novena, cuya copia es acompañada por Claudio Chacón, jefe de la dependencia y que habría sido entregada al comisario Oscar Contreras, jefe de la Brigada de Investigaciones.”

Y aquí viene lo inexplicable del fallo del flemático juez Cuello “Es así que como consecuencia de ello adopto la decisión, entre otras propias de la instrucción judicial, que sea la misma fuerza del orden la que se expida sobre la correcta marcha administrativa de aquella. De este modo y con el aludido fin, se ordena que se extraigan copias y se entreguen a la máxima autoridad policial, a los efectos pertinentes”. Cuello con este párrafo decide no meterse con la policía y le gira a la misma institución cuestionada la investigación que debió encarar el mismo Poder Judicial. “Cuello tiene miedo que lo maten”, dicen en Villa Mercedes.
Informe: Gustavo Heredia flac0heredia@gmail.com
http://www.periodistasenlared.info/julio10-14/nota1.html