miércoles, 4 de junio de 2008

RODRIGUEZ SAÁ Y ESTHER GORIS: ADIOS AL AMOR...

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Se acabó el amor entre Rodríguez Saá y Esther Goris. Al principio el feudal estuvo casado con la actual senadora Antonia Salino, después de unos años e hijos mediante, el amor se terminó y Alberto la largo a la paqueta y fruncida senadora. Cuando llego al poder y en la fijación por el cine comenzó el romance con la actriz Leonor Benedeto, un amor fugaz que reporto buenas ventajas para la Leonor...
Luego apareció como amante de turno la cara de anoréxica y fantasmal Goris. La pareja se mostraba en cuanto evento social había y gozaba de los eventos de cine que el feudal se mencionaba en patrocinar desde Puntania.
Bueno, ahora que todo se acabo, nos preguntamos: ¿habrá un casting para que Rodríguez Saá elija su nueva amante de turno? ó se hará tal vez por licitación o contratación directa...?
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Lo que el viento se llevo..
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Se les terminó el amor: Esther Goris se separó de Alberto Rodríguez Saa
Cuando se conoció el romance fueron muchos los que pronosticaban que la relación no iba a prosperar, pero desmintiendo cualquier pronóstico agorero Esther Goris y Alberto Rodríguez Saá, el gobernador de San Luis, consolidaron la pareja y convivieron durante tres años.Sin embargo, la actriz acaba de anunciar que el amor se terminó. “En una pareja como la nuestra, donde el amor siempre estuvo presente, siento como si me amputaron la mitad de mi cuerpo” contó.“No perdí el amor por Alberto, y no creo que nunca suceda. En todo caso, con el tiempo será cariño, pero por ahora no lo dejo de amar por el hecho de habernos separado”, dijo Goris a la revista Caras. Según parece mientras transita el duelo por la separación Esther Goris se encuentra abocada por completo a su trabajo y próximamente se la podrá ver como protagonista de “Ni dios, ni patrón, ni marido”, la opera prima de la directora española http://www.minutouno.com/1/hoy/article/80978-Se-les-terminó-el-amor-Esther-Goris-se-separó-de-Alberto-Rodríguez-Saa/
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Esther Goris, rompió con Rodríguez Saa
La actriz rompió su relación con el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saa. "Nos separamos, de modo que mi vida está en un período de duelo. En una pareja como la nuestra, donde el amor siempre estuvo presente, siento como si me amputaran la mitad de mi cuerpo", confesó la actriz.La actriz llegó de España en las últimas horas, donde estuvo instalada por quince días, en donde presenció la edición final de la película "Ni Dios, ni patrón, ni marido", con guión de Graciela Maglie.
En una nota de la Revista Caras, Goris confiesa: "No se da frecuentemente que una pareja que ha convivido tres años con muchísima ilusión y proyectando una larga vida juntos, ahora esté planeando también una larga vida unidos, pero como amigos, compañeros y compinches. No perdí el amor por Alberto, y no creo que nunca suceda. En todo caso, con el tiempo será cariño. Por ahora, no lo dejo de amar por el hecho de habernos separado". Fuente: Mdz Online, Revista Caras, Puro Showhttp://www.cuyonoticias.com/content/view/8421/1/
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"Me separo porque con el amor no basta" Esther Goris confiesa por que se distanció de Alberto Rodríguez Saa

Muy pocas relaciones amorosas parecen estar construidas por una aleación de titanio y oro, con una solidez comparable a la armadura indestructible de algún superhéroe de ficción. Lamentablemente, este no fue el caso. El romance que nació en 2005 entre Esther Goris (45) y Alberto Rodríguez Saá (59), provocó un impacto inicial que hacía descreer que dos personalidades tan opuestas pudieran convivir y amarse.
Un político encasillado en la centroderecha, serio e introvertido, con una mujer del espectáculo, de izquierda, dotada de histrionismo y exceso de sinceridad.... La ecuación no cerraba. Pero al escucharlos hablar, tan enamorados, jurándose amor eterno, y verla a ella con un brillo inédito en los ojos, honestamente feliz, dicha complementariedad de opuestos transformó a la pareja en un ejemplo de que cuando hay amor las distancias se acortan. De hecho ella se fue a vivir, sin reflexionar demasiado, a “Los Peñitos”, la bellísima casa de campo que posee el gobernador de San Luis.
Sábado 31 de mayo, a las 15:00, y al cabo de tres años de aquel fuego romántico que unió sus vidas, en la misma residencia puntana está nevando, lo cual multiplica el esplendor del paisaje serrano. Desde el interior de la vivienda se observa cómo el calor de la pasión le cedió paso a la frialdad. Esther Goris, en exclusiva, atiende a CARAS y le confiesa una triste e inesperada primicia: Se separó de Alberto Rodríguez Saá.“Nos separamos, de modo que mi vida está en un período de duelo. En una pareja como la nuestra, donde el amor siempre estuvo presente, siento como si me amputaran la mitad de mi cuerpo. Siempre fui una mujer fuerte, que ama y disfruta de la vida, pero los duelos son inevitables. Sería falso decir que estoy maravillosamente bien. Acabamos de separarnos, y lo digo así porque no me separé yo sola.
Fue una decisión tomada entre dos, y con bastante dolor al menos de mi parte. Sucede que aún nos queremos mucho, pero lamentablemente con el amor no basta”, dice la actriz que acaba de llegar de España, de un viaje de quince días, en donde presenció la edición final de la película “Ni Dios, ni patrón, ni marido”, cuyo guión escribió junto a Graciela Maglie.
También aprovechó para visitar a sus padres, que viven en su aldea natal de Galicia, a quienes convertirá en protagonistas de un filme que proyecta dirigir basado en la historias de dos campesinos inmigrantes. Al regreso, una difícil decisión caería de madura. “No se da frecuentemente que una pareja que ha convido tres años con muchísima ilusión y proyectando una larga vida juntos, ahora esté planeando también una larga vida unidos, pero como amigos, compañeros y compinches.
No perdí el amor por Alberto, y no creo que nunca suceda. En todo caso, con el tiempo será cariño. Por ahora, no lo dejo de amar por el hecho de haberme separado”, reconoce Goris, quien contesta de manera tajante a la pregunta sobre si está abierta la posibilidad de una reconciliación: “Esta decisión está tomada, fue muy conversada. Por eso decidimos comunicárselo ahora a CARAS, que fue la primera y única revista a la que le dimos la noticia de nuestro romance. Las fotos y esta nota la estamos haciendo aquí, en ‘Los Peñitos’, en la misma casa en la que viví momentos tan felices junto a Alberto...
Aunque también aquí discutimos bastante, eh... No todas fueron flores. Somos dos personas muy complejas. Pero pienso que esta vida no sólo es demasiado corta, también es angosta. Y cuando en la pareja se empieza a sufrir de a dos, es hora de cuestionarse las cosas y afrontarlas. Hay que ser muy valiente para separarse”, reflexiona la actriz, antes de tomar una taza de café.

Las versiones sobre su separación en el pasado fueron moneda corriente, pero Esther Goris asegura que se trataban de informaciones mal intencionadas. Incluso se llegó a decir que la tuvieron que internar por un ataque de nervios, ya que el gobernador de San Luis habría rechazado la propuesta de la actriz de casarse.“Fue una vez que, por una infección urinaria, me internaron dos días para bajarme la fiebre, porque tenía 41 grados.
En ese período, Alberto venía todas las noches de regreso de la casa de Gobierno para acompañarme y dormía en una camita al lado mío para cuidarme. Siempre han inventado distanciamientos entre nosotros, pero no me separo de Alberto por tener una crisis de nervios. Estuve con él estos años porque me hacía profundamente feliz, y cuando esa felicidad empezó a oscurecerse y a dañarse, sentí que era hora de replantear las cosas y tomar distancia.
Además, ¿vos me ves proponiéndole casamiento a un hombre? Es algo poco elegante, antes que nada soy una mujer. Y Alberto me propuso cosas mucho más trascendentales que el casamiento... Por ejemplo, tener un hijo. Esas son las propuestas que a una mujer le interesan”, afirma la actriz que conoció a Alberto Rodríguez Saá en medio de una gira de teatro, y declaró:“En el momento más inesperado de mi vida me enamoré”...
—Esther, ¿también ahora en el momento más inesperado se separa?—No, lamentablemente ahí hay una gran diferencia. Nos separamos en el momento más previsible. Porque el amor sucede, pero las separaciones se piensan y se deciden.
—¿En algún momento existió la sospecha de infidelidad?—No me animaría a afirmar públicamente la fidelidad de ningún hombre. No lo haría porque a lo mejor estaría pasando un papelón grandísimo. Pero nunca tuve motivo para pensar que Alberto me fuera infiel, salvo que es un hombre muy seductor. Pero eso siempre me ha pasado, porque los hombres que me gustan, generalmente les gustan a otras mujeres.
—¿Cuál cree que fue la causa del fracaso de la relación?—Esta relación no fracasó porque continúa. Y quizás ahora estemos más unidos que nunca. En una pareja la pasión no siempre es buena consejera, en cambio la amistad, que es el camino que transitaremos ahora con Alberto, es mucho más tranquila.
Lo que fracasó entre nosotros es el intento de vivir en pareja.—Pero algo realmente grave tuvo que haber ocurrido, ¿no?—Entre nosotros hubo momentos que no fueron agradables, ¿sabés las discusiones que hemos tenido? Imaginate, con el carácter que tenemos los dos, te puedo asegurar que “ardía Troya”. Pero lo único grave que nos llevó a separarnos, es haber apostado a tanto y ver que los momentos de desdicha en la pareja eran más que los de felicidad. Nosotros no podíamos permitirlo, porque siempre buscamos de la vida lo mejor. Entonces, no nos conformamos con una relación en donde la felicidad no era una constante, y donde los problemas y las no coincidencias empezaron a dañar el vínculo. Eso fue lo más grave, saber que lo que soñaste no es posible.
Pero acá no hubo maltrato ni infidelidad. A lo mejor esas cosas se producirían con el tiempo si no tuviéramos el coraje y la valentía de separarnos ahora. Y eso sí que sería muy feo y grave. El futuro de Esther Goris no es incierto. Tiene una propuesta para hacer teatro en Buenos Aires y continúa con compromisos laborales en San Luis. Dice que se mudará a la Capital Federal y que con mucha frecuencia viajará a la provincia gobernada por su ahora “ex”, en donde se hospedará “por supuesto, en casas separadas”.
Su apariencia de mujer fuerte perdura, a pesar que durante la relación con Rodríguez Saá sorprendía verla lucir más tierna. Ahora vive un duelo que pone a prueba su temple. “Yo en la vida no lloro, es algo que hago más sobre los escenarios. En la vida trato de reír, pero con esta separación claro que se me están cayendo unas cuantas lagrimitas. Sé que la soledad será más dura en esta etapa de mi existencia.
Ahora estar sola va a ser bastante más difícil, por eso tengo que armarme de mucho coraje. Y como dice la canción, tendré que seguir honrando la vida frente a todos los embates”, afirma con la mirada fija en las montañas nevadas.
—¿Se permite la posibilidad de volver a enamorarse de otro hombre?—Por supuesto, pero, por ahora, me provoca más dolor pensar en eso que verme sola. Por estos días no puedo imaginarme al lado de otro hombre que no sea Alberto. Aún todo es muy reciente. Pero no quisiera morir sola, por supuesto que no.
—Usted dijo que con el amor no basta. ¿Esther, qué le faltó al amor?—Un poco más de serenidad de mi parte, tal vez debí de haber cedido más. Como diría el tango, “soy una muñeca brava”. Me faltó terminar de entender que en una pareja no se puede coincidir en absolutamente todo. Junto a Alberto viví una relación soñada, la verdad es que fueron tres años hermosos... Pero basta, porque, finalmente, me vas a hacer llorar.
http://www.caras.uol.com.ar/edicion_1378/nota_02.htm
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