domingo, 19 de agosto de 2007

ELECCIONES FEUDALES: LA EXTINCIÓN DE UN DINOSAURIO...
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Perdió Menem en La Rioja y el ganador es Beder Herrera el actual gobernador que responde al Kirchnerismo. Menem había dicho que si perdia apoyaría a Sobisch para la elecciòn presidencial por lo cual en estos momentos los Hermanos Rodriguez Saá estarían buscando alguién qu elos acompañe en su cruzada anti K, ya que han perdido el apoyo de dos de los que se presentaron como "aliados" en el congreso de Potrero de los Funes.
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El kirchnerismo se impuso en La RiojaEl gobernador Herrera, uno de los candidatos de la Casa Rosada, le ganaba por 18 puntos a Menem, que se ubicó tercero
LA RIOJA.- Ganó Luis Beder Herrera, no más. O perdió Carlos Menem, que, visto desde la óptica con la que la Casa Rosada siguió las elecciones riojanas, resulta casi equivalente.
El gobernador riojano Luis Beder Herrera (Beder es el segundo nombre; el apellido es Herrera) mantendrá así el poder provincial hasta 2011, mientras que Menem, según él había adelantado a LA NACION en la semana, continuará en la política, pero difícilmente vuelva a ser candidato.
De este modo, las elecciones riojanas podrían haber marcado el fin de la carrera electoral de quien marcó el ritmo de la vida argentina en la década del 90. "No sé si me dará el tiempo para presentarme otra vez, porque tengo 77 años, pero no me voy a retirar de la política", había advertido Menem a LA NACION el último jueves.
Anoche, con el 76,41% de los votos escrutados, Herrera ganaba con el 39,87%; segundo, el intendente de la ciudad de La Rioja, Ricardo Quintela (postulante del Frente para la Victoria), con el 25,85%, y Menem, 21,85%.
Como para profundizar la sensación de principal derrotado que existía en el círculo menemista, vale un dato: hasta anoche, el ex presidente marchaba tercero. Segundo aparecía Quintela, uno de los dos dirigentes que en la campaña recibieron ayuda del gobierno nacional, junto con el gobernador. Concretamente, el kirchnerismo tenía dos candidatos: Herrera, secundado por Compromiso K, y Quintela, bendecido por los Fernández, Alberto (jefe de Gabinete) y Aníbal (ministro del Interior). Cualquiera que triunfara representaba más o menos lo mismo para Kirchner; su meta era ver derrotado a Menem.
Con una campaña austera, Menem organizó una estrategia en la que para alcanzar masividad se valió hasta del supuesto acercamiento de sus hijos Carlos Nair y Zulema María Eva. "Se llevan bien y me están haciendo vivir la etapa más feliz de mi vida", había confesado el ex mandatario a LA NACION. Los vástagos, de madres distintas, no se conocieron hasta las últimas semanas de proselitismo riojano. La "operación familia perfecta", sin embargo, no le alcanzó al ex presidente.
Ayuda oficial
Con una fortuna invertida en ayuda social, con la distribución de kits de baño, inodoros, colchones y subsidios, Beder Herrera lo superó en toda la provincia. Contó, para eso, con por lo menos 15 millones de pesos transferidos en las últimas dos semanas por el Ministerio de Economía.
Ahora, ¿por qué perdió Menem si en la calle la mayoría aseguraba que votaría por él? El ex presidente se lo adjudicó en un comunicado al "vuelco inédito de recursos" de la Casa Rosada a sus dos principales oponentes.
Beder Herrera reconoció la ayuda kirchnerista, pero consideró que "Menem tuvo mucho poder durante muchos años y nunca dio a los riojanos lo que La Rioja se merecía". Más contundente, otro dirigente provincial explicó que en La Rioja -como en la mayoría de las provincias argentinas- es imposible competir sin fondos contra el aparato y el dinero del Estado.
"Menem no tuvo estructura en el interior. No puso plata ni para afiches", señalaron ayer en el comando de campaña menemista. Beder Herrera y Quintela (aliado de varios de los intendentes), en cambio, sí contaron con un poder de fiscalización y movilización masivo. A Herrera, además, lo ayudó el embajador en México, Jorge Yoma (será candidato a diputado nacional en octubre), mientras que a Quintela lo secundó el ex gobernador Angel Maza, destituido en marzo pasado y enemistado con Beder Herrera.
En un territorio con escaso desarrollo industrial, con un alto nivel de pobreza (según Beder Herrera, es del 70%) y habituado a sobrevivir con subsidios, los riojanos se inclinaron por quien hoy conduce el poder. Herrera lo decodificó así: "Entendieron que yo iba a distribuir los fondos de otra manera. Aquí la gente necesita ayuda directa. Si cuando empecé a dar 25.000 becas mensuales de 50 pesos para que los chicos estudien, las personas de menores recursos se conmovieron. La situación de la provincia es desesperante y asfixiante, y yo soy el único que lo dijo de frente y que prometió un cambio".
Ese "cambio", que no tiene que ver con la "profundización" de la que habla el kirchnerismo en la campaña presidencial, está de otra manera ligado al gobierno nacional. "Acá ganó Kirchner porque yo fui la antítesis del proyecto de Menem. Pero ahora el Presidente nos tiene que ayudar no a repartir plata, sino a organizar un proyecto de desarrollo. Yo le pedí en la Casa Rosada una tarifa subsidiada de agua y energía y me dijo que me la daría", concluyó Beder Herrera.
Néstor y Cristina Kirchner hablaron anoche con el gobernador para felicitarlo. Hasta entonces, Quintela todavía se adjudicaba la victoria.
Los festejos en la gobernación siguieron hasta tarde. Mientras tanto, algo lejos de allí, Menem empezaba a pensar en las que podrían haber sido sus últimas elecciones como candidato.
Por José Ignacio Lladós Enviado especial
http://www.lanacion.com.ar/EdicionImpresa/politica/nota.asp?nota_id=936199&pid=3062419&toi=5264
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LA PELEA ELECTORAL : LA FALLIDA CANDIDATURA A GOBERNADOR DEL EX PRESIDENTE
Otro trago amargo para Menem en su antiguo feudo provincial
La derrota de ayer le asestó un duro golpe y le cierra el camino para ser candidato en las presidenciales. EMPONCHADO. CARLOS MENEM, VOTANDO, AYER A LA MAÑANA, EN LA RIOJA.
Alfredo Gutiérrez LA RIOJA. ENVIADO ESPECIAL agutierrez@clarin.com
A los 77 años, y después de haber conocido los sabores dulzones de la cúspide del poder, el ex presidente Carlos Menem probó ayer otro trago amargo de su ocaso. Tras la derrota en su provincia, es posible que ya nunca pueda volver a presentarse como candidato.
Aunque él mismo repite que nació y morirá haciendo política, y que jamás está dicha la última palabra. "Esto es un revivir", le había dicho Menem a Clarín el viernes, cerca del hoyo 9 de la cancha del Golf Club de La Rioja. Se lo veía viejo y cansado, pero con la lucidez intacta para soportar la campaña.
Pero el pueblo riojano le asestó un golpe tremendo. Anoche estaba tercero, debajo de dos hombres que se presentaron como kirchneristas, y apenas se acercaba al 25 por ciento.
Esta no fue su primera derrota en lo que alguna vez fue su feudo. En 2005 perdió en la elección a senador frente a Angel Maza, pero obtuvo un 44% de votos. Ahora sus adversarios iban en listas diferentes, y si hubiera mantenido lo que creyó su "voto cautivo" hubiera ganado. En dos años su caudal electoral se achicó en 20 puntos.
Desde 1973, cuando se convirtió en gobernador de La Rioja, Menem fue la estrella alrededor de la cual giró el poder provincial. Después de la dictadura que lo mandó a la cárcel, volvió en 1983 y fue reelecto cuatro años después. En 1988 sorprendió al ganarle a Antonio Cafiero la interna del PJ, lo que le abrió las puertas a la Presidencia.
Entonces era apenas un caudillo provinciano con patillas, pero gobernó la Argentina, fue reelecto en 1995 y en diez años dio vuelta el país como una media. Para bien o para mal.
Parecía imbatible en lo electo ral, en especial en su provincia, donde ser riojano era sinónimo de ser menemista. Estuvo preso, se casó con una ex Miss Universo chilena, tuvo un hijo y volvió a candidatearse a presidente después de la crisis.
Incluso esa vez, en 2003, ganó la elección por apenas dos puntos, pero se bajó y eludió competir en el ballottage contra Néstor Kirchner. Esquivó así lo que supuso una segura derrota.
Aun perdiendo, se convirtió en senador por la minoría en 2005. Un lugar que no supo o no quiso aprovechar: sólo canta presente al principio de las sesiones y después desaparece. Pocos proyectos llevan su firma. En estos días lideró un proyecto nacional del PJ disidente y hasta se habló de que podía volver a ser candidato a presidente. Su último refugio era La Rioja. Tenía que ganar para renacer y terciar con éxito en ese nuevo sector. No lo consiguió.
http://www.clarin.com/diario/2007/08/20/elpais/p-00401.htm