miércoles, 10 de septiembre de 2008

EL MINISTRO LÓPEZ EN DIPUTADOS: MUCHO RUIDO POCAS NUECES...
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El ministro de Seguridad Guillermo Gustavo López dio pocas explicaciones ayer a los diputados de la Comisión de Asuntos Constitucionales, que en una reunión ampliada habían invitado al funcionarios a que expusiera sobre algunos temas álgidos de su ministerio.
En una reunión con los diputados (a la que no se permitió ingresar a la prensa), el ministro de Seguridad, Guillermo López, reiteró que volvería a distinguir a los policías que participaron de la investigación del Caso cuarenta, “más allá de los resultados”. Fue una reunión tensa, por momentos de subido tono, en la que el coronel (r) no supo dar respuestas claras a los numerosos planteos de los legisladores y en la que mantuvo la arrogancia que ya es característica en él. Algunas de sus consideraciones fueron calificadas como “desopilantes” e “inauditas”. Nuevamente apuntó sus críticas a la justicia y expuso cero autocrítica.
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Ayer en Diputados
López dio pocas explicaciones sobre la seguridad
El ministro de Seguridad Guillermo Gustavo López dio pocas explicaciones ayer a los diputados de la Comisión de Asuntos Constitucionales, que en una reunión ampliada habían invitado al funcionarios a que expusiera sobre algunos temas álgidos de su ministerio.
Con soberbia y altanería, como acostrumbra en tratar el ex militar a las personas, ayer tampoco hizo ninguna autocrítica por algunos acontecimientos que se le cuestionan. Entre ellos los reconocimientos que les otorgó a los policías que habían -en su imaginario- resuelto el caso Quaranta en Villa Mercedes y luego todo resultó un fiasco y los detenidos recuperaron su libertad.
Lamentablemente, lo que primero fue un pedido de interpelación se transformó -oficialismo mediante- en una charla informativa, pero a esta la prensa no pudo acceder. López no solo no explica a los periodistas, sino que los propios legisladores, quien sabe por miedo a qué, no permiten escuchar lo que el funcionario debería responderle al pueblo que es el destinatario final de sus políticas.
Con testimonios de distintos participantes de la reunión se pudo reconstruir lo que sucedió en la sala de reuniones del bloque del PJ, en un encuentro que estuvo presidido por la titular de Asuntos Constitucionales Patricia Gatica.
López dijo, segun los testimonios recogidos, que volvería a distinguir a los policías que actuaron en el caso Quaranta, a pesar de los resultados y de las decisiones judiciales. Para él la culpa es de la Justicia y no de la Policía.
Eduardo Gargiulo, autor del pedido de interpelación, dijo que la intención que tenían “era interpelar al funcionario, pero el oficialismo impuso su mayoría para proponer una reunión, encima a puertas cerradas y sin acceso a la prensa”.
Pedro Risma, en un momento, cansado de los argumentos y falacias que exponía López frente a los legisladores, discutió con la diputada Gatica, se levantó y se fue.
Sobre el caso Belinzona, el recluso que se prendió fuego cuando estaba en una celda de castigo, el ministro dijo que él no podía prohibirles fumar a los internos y que para prender un cigarrillo hace falta un encendedor.
“Denme las herramientas legales y yo prohibo fumar”, dijo el responsable de la Seguridad en la Provincia. “¿Usted quiere decir que un recluso, como en este caso, puede prender fuego al 70% de su cuerpo y no gritar ni pronunciar palabra? ¿Nadie sintió antes el olor a quemado, para que hubiera podido asistirlo?, preguntó Gargiulo.
El funcionario respondió que el problema era el material con que estaban hechos los colchones, porque son “altamente combustibles”, pero que los ignífugos no se consiguen en San Luis y muy difícilmente en otras plazas. Aunque un diputado del oficialismo, que fue ministro de Gobierno, Joaquín Surruoca, le advirtió que se conseguían en San Luis, solo que eran más caros.
“Entonces con ese criterio, podría encenderse toda la Penitenciaría pero usted seguiría diciendo que no es su responsabilidad”, le habría dicho Gargiulo.
Sobre el caso Quaranta, quien cuestionó al funcionario fue Eduardo Estrada Dubor, calificando como “un apresuramiento y una intromisión en la justicia” cuando salió a felicitar a los policías que habían actuado y detenido a los familiares de las personas asesinadas. “No fue una condecoración, sino una distinción, un certificado que entregué a los efectivos, para premiar su esfuerzo, independientemente de los resultados”, y reiteró que a su juicio “la responsabilidad de la investigación es de la justicia, los policías son simples auxiliares”, se escudó López.
Informe: Gustavo Senn gustavosenn@gmail.com http://www.periodistasenlared.com.ar/setiembre08-10/nota2.html
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EL MINISTRO DE SEGURIDAD Y EL CASO CUARANTA
Reiteró que premió el esfuerzo de la policía, más allá de los resultados (?)
En una reunión con los diputados (a la que no se permitió ingresar a la prensa), el ministro de Seguridad, Guillermo López, reiteró que volvería a distinguir a los policías que participaron de la investigación del Caso cuarenta, “más allá de los resultados”. Fue una reunión tensa, por momentos de subido tono, en la que el coronel (r) no supo dar respuestas claras a los numerosos planteos de los legisladores y en la que mantuvo la arrogancia que ya es característica en él. Algunas de sus consideraciones fueron calificadas como “desopilantes” e “inauditas”. Nuevamente apuntó sus críticas a la justicia y expuso cero autocrítica.
“Nuestra intención en realidad era interpelar al funcionario, pero el oficialismo impuso su mayoría para proponer una reunión, encima a puertas cerradas y sin acceso a la prensa”, criticó el autor del proyecto de interpelación, el diputado Eduardo Gargiulo.
A partir del testimonio de distintos legisladores, este medio pudo reconstruir los pasajes de una reunión que se extendió dos horas y media y que se desarrolló en la oficina del Interbloque PJ-aliados.
Al comenzar la reunión López, sin que nadie le preguntara nada, habló de no tener “una sola denuncia de maltratos en la Penitenciaría”, pero luego se rectificó y leyó una denuncia que efectuó en fiscalía de turno Héctor Menèndez, a cargo del Observatorio de Derechos Humanos.
Se trata de un ciudadano chileno con HIV, Marcos Cortez Araya. Luego de leer toda la denuncia, en la que se sugiere que podría estar muerto, aclaró que no es así, que ya se ha comunicado con el cónsul chileno, que es un recluso que se “autoflagela”. Finalmente calificó dicha denuncia como “un mamarracho”.
El diputado Provincial Pedro Risma, que comenzó a preguntar, se molestó bastante al ser interrumpido y acusó al ministro de estar “montando una escena sobre un tema que no estaba en tratamiento” y tras discutir con la diputada Patricia Gatica se levantó y se retiró molesto.
Sobre el caso Belinzona, el recluso que se suicidó prendiéndose fuego, el ministro dijo que él no podía prohibirles fumar a los internos y que para prender un cigarrillo hace falta un encendedor. “Denme las herramientas legales y yo prohibo fumar”, dijo, para sorpresa de los diputados. Leyó la declaración de un recluso que asevera que no escuchó nada raro y que se actuó con velocidad para extinguir el fuego, pero que como está permitido tener encendedor más no se podía hacer.
“¿Usted quiere decir que un recluso, como en este caso, puede prender fuego al 70% de su cuerpo y no gritar ni pronunciar palabra? ¿Nadie sintió antes el olor a quemado, para que hubiera podido asistirlo?, preguntó Gargiulo.
El funcionario respondió que el problema era el material con que estaban hechos los colchones, porque son “altamente combustibles”, pero que los ignífugos no se consiguen en San Luis y muy difícilmente en otras plazas. Y también cargó contra los familiares de los presos, que les llevan todo tipo de cosas, rehuyendo cualquier responsabilidad de los guardiacárceles en el control de los penados.
“Entonces con ese criterio, podría encenderse toda la Penitenciaría pero usted seguiría diciendo que no es su responsabilidad”, le devolvió el legislador, a lo que López no supo qué contestar.
Esto fue rebatido luego por el diputado Joaquín Surroca (ex ministro de Gobierno), quien le dijo que existen lugares donde se venden colchones ignífugos, lo que pasa es que son más caros que los de gomaespuma, que son altamente inflamables.
Los legisladores le hicieron saber que si está en una celda de aislamiento se supone que debe estar controlado y sin ningún elemento peligroso, pero López insistió en que nada puede hacer al respecto. “No es tan difícil, no deberían tener encendedores los presos”, opinó el diputado Luis Zabala.
Con respecto al Caso Cuaranta, abrió el fuego el diputado Eduardo Estrada Dubor, quien le espetó al funcionario las falencias que hubo en la investigación y calificó como “un apresuramiento y una intromisión en la justicia” la decisión de premiar a los efectivos que participaron de la investigación, por parte de López.
En todo momento el ministro reiteró: “No fue una condecoración, sino una distinción, un certificado que entregué a los efectivos, para premiar su esfuerzo, independientemente de los resultados”, y reiteró que a su juicio “la responsabilidad de la investigación es de la justicia, los policías son simples auxiliares”, en una clara estrategia para deslindar a la institución del fallido esclarecimiento del doble crimen.
Tanto los diputados abogados, Estrada Rubor y Cobo, como Laborda Ibarra y Gargiulo rechazaron sus conceptos, afirmando que “todos sabemos que en la práctica quien investiga es la policía, que va a aportando al juez los indicios y las pruebas para que resuelva y que incluso le van marcando los allanamientos que necesitan hacer”.
Posteriormente López afirmó que “la policía siguió investigando, cuando le llegó la sábana con el entrecruzamiento de llamados telefónicos del nextel robado a una de las víctimas, lo que permitió detener a dos jóvenes, Porras y Jiménez, que confesaron en sede policial su autoría, frente a sus padres y tres abogados.
“Permítame ministro decirle que está equivocado –lo interrumpió Gargiulo-: Porras nunca declaró, ni siquiera en sede policial. Y Jiménez lo hizo a las 5,30 de la madrugada, pero sin sus padres ni abogados defensores. Luego en sede judicial dijo que lo había hecho por los apremios ilegales que recibió de la policía. Así que eso que usted dice no es cierto, pregúnteselo bien a sus subordinados”.
“Insisto: usted reconoce que aún no llegó la prueba de luminol, tampoco el análisis de las supuestas huellas digitales y la sábana con los llamados telefónicos recién cuatro meses después. ¿No le parece que se apuró un poco al distinguir a los policías cuando recién se había dictado el auto de procesamiento?”, dijo Gargiulo.
“Lo volvería a hacer –reiteró López-, porque yo premio el esfuerzo, no los resultados”.
“Ministro, es una barbaridad lo que usted está diciendo –terció Laborda Ibarra-. Si hay algo que se mide por los resultados es la seguridad, si baja o no la tasa de delitos, si hay más o menos robos…”. “Eso será para usted, no para mí”, lo cortó López.
“Si usted fuera mi ministro no dura ni un día”, le respondió el legislador. “Con usted estamos en las antípodas”, se despidió López, con lo que se cerró la caldeada reunión. http://www.cronicadesanluis.com.ar/