miércoles, 2 de marzo de 2005

DEFAULT Y POLITICOS AUSENTES...
En la inaguración de sesiones del congreso de la nación el presidente Kirchner declaro la salida del país del default, declarado años atrás por el efímero presidente Rodriguez Saá.
Los miembros del M. N . y P. no estuvieron presentes, tampoco Rodriguez Saá, todavía los medios lo estan buscando ... ¿dónde estaba "el Adolfo"?



LA ASAMBLEA LEGISLATIVA DEL DEFAULT DE RODRIGUEZ SAA AL CANJE DE LA DEUDA DE KIRCHNERTres años después, el anuncio opuesto y los mismos aplausosMuchos legisladores festejaron ayer como lo hicieron con el cese del pago de la deuda.
Armando Vidal
avidal@clarin
Pasó en la Asamblea Legislativa del 23 de diciembre de 2001, bien avanzada la mañana, cuando el presidente designado en medio de un clima de emergencia, el puntano Adolfo Rodríguez Saá, hasta ese momento gobernador de San Luis, declaró la decisión de suspender los pagos de la deuda externa.El demoprogresista Alberto Natale fue uno de los legisladores que prosiguió sentado pero con la cabeza en sus dos manos. Es de los que creen que los hombres y los pueblos deben honrar sus deudas.Lo mismo que el radical Víctor Fayad, mendocino, quien también quedó clavado en la banca mientras veía, como sin comprender, la reacción contraria en el bloque de enfrente. Eran los justicialistas que, parados, aplaudían con alegre sonoridad. Miguel Pichetto, hoy senador y jefe de su bancada, era el vice del bloque en Diputados.Aquél día, los radicales, en cambio, no estaban para risas.
El gobierno de Fernando de la Rua, el gobierno en primer lugar de cada uno de ellos, se había desplomado dos días antes.De tan enojados, encomendaron al correntino Noel Breard —de los que cree que el fuego se apaga siempre con fuego—, que fijase la posición contraria a la designación por parte del Congreso de Rodríguez Saá como presidente de la Nación.Ese 23 de diciembre había sido un día sin fronteras porque lo precedió una jornada de conciliábulos peronistas realizados en el Senado, tras lo cual se aguardaba hallar al candidato que la Asamblea, ya convocada, tenía que transformar en jefe del Estado. Como nadie quería, Rodríguez Saá puso su cuerpo y voluntad a disposición.
La representación del ARI no estaba porque su líder, Elisa Carrió, había decidido que su bloque no sería cómplice de la elección del puntano.Los radicales no podían irse y manifestaron su frontal oposición a la ley de lemas. Temían un carrusel peronista en la elección en la que Eduardo Duhalde, iría con la consigna de la devaluación; Carlos Menem, con la dolarización, y el mismo Rodríguez Saá, con la tercera moneda.
Ese fue el eje del discurso de Breard.Raúl Alfonsín, senador, sentado banca de por medio, miraba con atención, lo mismo que Horacio Pernasetti, jefe de la bancada, mientras que Margarita Stolbizer, ubicada a su izquierda, procuraba no ser blanco de los ademanes briosos del orador. Ayer Natale, Fayad y Breard —al igual que todos los nombrados, con excepción de Alfonsín que luego renunció a la banca— vieron en el mismo recinto lo que no pudieron imaginar en aquella Asamblea: cómo los que coronaron con bombos y platillos el anuncio de Rodríguez Saá de la suspensión del pago de la deuda externa festejaban el anuncio en sentido contrario de Kirchner.
Hay lógicas diferencias. Rodríguez Saá había sido elegido por dos meses por lo que una decisión de tal envergadura sorprendió a propios y extraños. Quizás para demostrarlo baste con dedicar un primer plano a Duhalde, quien tras escuchar la frase del default y ver cómo se levantaban varios de sus compañeros, finalmente lo hizo él, sumando su moderado aplauso.Ayer no había motivo para el asombro pero, naturalmente, los peronistas aplaudieron. Lo hicieron fieles al conductor, con probable mayor íntima satisfacción y menor resonancia externa.