SAN LUIS - HUMOR DE PUNTANIA

EL CONGRESO DEL PJ Y EL DIA DEL NIÑO: POGGI ESTA INMADURO PARA PRESIDIRLO, ¿TENDRA QUE SEGUIR TOMANDO MAMADERA...?




Para Mario Merlo, “no es momento” para que Poggi presida el PJ

Congreso del Pj Puntano: Un Congreso sin nervios

Apostillas fundamentales

¿Que cambiará?

Para el recuadro

Para Merlo, “no es momento” para que Poggi presida el PJ
AUDIO: MARIO RAÚL MERLO (INTENDENTE DE VILLA MERCEDES)
En el marco del proceso de renovación de autoridades del Partido Justicialista provincial que comenzó con la reunión del Congreso partidario este viernes, el intendente de Villa Mercedes, Mario Raúl Merlo, consideró que “no es el momento” para el gobernador de San Luis presida la fuerza.

Desde el retorno de la democracia en 1983, la tradición de San Luis indica que quien está al frente del Ejecutivo presida también el PJ. Así fue, salvo en contadas ocasiones, mientras Adolfo y Alberto Rodríguez Saá fueron gobernadores.

Con la salida de los hermanos de la gobernación, el PJ abrió un nuevo panorama en el año en que vencen los mandatos de las autoridades actuales.

Merlo, que también es congresal nacional del PJ, opinó sobre la posibilidad que Poggi sea el conductor partidario. “Está haciendo una buena gestión, trabaja bien pensando en resolver los temas, y apurar un cambio, involucrarlo en temas partidarios  es quizá apurar la gestión y no aprovechar nosotros la conducción que tenemos. Transferir en ese sentido no ayudaría en nada ni a Poggi ni al Peronismo” sostuvo el ex diputado nacional.

En este sentido señaló que “la conducción del Peronismo tiene que tener continuidad de la forma que se estructure y apoyar al gobierno provincial y a cada una de las intendencias para poder gestionar lo mejor posible”.

“En esta etapa, nosotros tenemos que seguir trabajando en la consolidación del peronismo. La conducción es clara: Adolfo y Alberto. Tenemos que ayudar a consolidar la figura de Claudio Poggi. Claudio se está consolidando como dirigente provincial de primer nivel y es bueno que todos ayudemos y no que compliquemos la vida”, concluyó el dirigente.
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Congreso del Pj Puntano: Un Congreso sin nervios
Sin mayores zozobras se desarrolló el viernes pasado el Congreso provincial de peronismo puntano destinado a ordenar el llamado a elecciones de cargos partidarios a cumplirse a finales de octubre venidero.

   En la oportunidad se leyó un documento destinado a determinar el rumbo que el Partido Justicialista le indicará al gobierno de Claudio Poggi en base a premisas de crecimiento, utilización de energía, inclusión digital y social, soberanía política, independencia económica, desarrollo y producción.

   Allí, siguiendo el ritual de todos los congresos hablaron Adolfo y Alberto Rodríguez Saá y en carácter de invitado especial lo hizo el gobernador Claudio Poggi quien prometió seguir en el camino de la justicia social, estar abierto a escuchar y  cambiar lo que deba cambiar dentro de su  equipo de gobierno.

  Lo diferente respecto a anteriores mitines de los congresales del justicialismo, es que sus conductores históricos, siguen comandando la nave partidaria aunque ya no ejerciendo la conducción del gobierno.

  Y así, sin zozobras ni nada que agitara las aguas de la grande y ordenada reunión peronista local, se cumplió la rutinaria hoja de ruta que llevará la elección interna a padrón abierto.

UN ACTO SACADO DEL MANUAL

“En estos congresos justicialistas no se debate nada, se aprueba a libro cerrado lo que ya traen determinado Adolfo y Alberto Rodríguez Saá”.

   Esto supo decirlo con una suerte de sinceridad descarnada un reconocido dirigente gremial peronista a un programa de televisión de periodismo político hace un mes y medio.

  El encuentro del viernes pasado no tenía porqué ser una excepción a ese mandamiento y todo salió de acuerdo a lo  que dicta el misal peronista provincial.

    Los discursos de las máximas autoridades de la gran asamblea “pejotista” contaron con los elementos básicos del manual  enraizados en la bases del proyecto provincial iniciado en 1983.

   Sus contenidos estuvieron revestidos, como siempre, de una oratoria  apasionada “in crescendo”, apelaciones emocionales, evocaciones históricas referidas al San Luis del 83’, llamados a la unidad como  clave imprescindible de éxito, convocatoria al compromiso militante con la tradicional mística peronista y un compromiso  a cerrar filas en torno a la acción de gobierno de Claudio Poggi.

 Asimismo se aprobó un documento que será como una biblia que no podrá esquivar y en la que deberá inspirarse cada día de mandato el jefe del gobierno provincial.

    Precisamente, Poggi a su vez dijo lo que debía y lo que todos querían escuchar: reconocer el liderazgo y los consejos de los hermanos Rodríguez Saá, comprometerse a seguir transitando su acción de gobierno dentro de los cánones de la justicia social y la inclusión social ilustradas en las bases del proyecto provincial, escuchar sugerencia y reclamos y cambiar lo que tenga lo deba cambiarse. Acerca de esto último no fue demasiado explícito pero el auditorio entendió que se refería a cambios de rumbos y cambios de personas en el gabinete.

  Esto también es de manual, porque de haber dicho lo contrario, va de suyo, hubiera sido su ruina.

  Y de ese modo, sin sobresaltos ni fisuras, la gran concentración partidaria se cerró con una ovación atronadora aprobando en forma unánime las pautas marcadas por los máximos líderes del  partido que gobierna la provincia  desde 1983.

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LO QUE EL CONGRESO SE LLEVÓ…

Como siempre sucede en este tipo de eventos partidarios multitudinarios, el Congreso Provincial Justicialista dejó tranquilos a muchos e insatisfechos a otros.

  Y como también casi siempre ocurre, los complacidos salen a contar a voz en cuello la recompensa obtenida a sus nerviosas expectativas, en tanto, los insatisfechos expresan su queja en voz baja. En verdad, éstos últimos no quieren sacar los pies del plato y prudentemente concluyen en que no es tiempo aún de protestar en voz alta.

    Como  toda provincia afirmada desde los tiempos fundacionales en los caudillismos paternalistas, la mayoría de la dirigencia peronista sanluiseña se quedó  al fin tranquila: Adolfo y Alberto Rodríguez Saá siguen siendo los comandantes indiscutibles del proyecto político provincial  que ellos instauraron en 1983 y las columnas de acero garantes de que todo seguirá su  curso normal, algo que hasta ahora nadie pudo ni supo torcer desde la oposición. Ni desde adentro ni desde afuera.

   Una oposición política francamente ineficaz y egoísta también contribuyó grandemente a la continuidad del “modelo”. Esto hay que reconocerlo…desde ambos lados.

  La ratificación de la dirección del camino que sigue, cargado de contenidos tradicionales y básicos del culto peronista tales como la justicia y la inclusión social, la independencia económica y la soberanía política sonaron a música tranquilizadora para aquellos que no quieren cambios ni “volantazos” raros en el rumbo trazado hace 29 años.

    El llamado a respaldar al gobierno de Claudio Poggi  es de una formalidad necesaria imposible de eludir en una concentración monumental de estas características.

   El insistente reclamo a la unidad tampoco  es un dato menor. Algunos brotes de un flamante “poggismo” empujando una suerte de eslogan por hoy ilusorio de “Poggi conducción” en el PJ ya es una luz de alerta amarilla prendida hace rato, que se fue corporizando a poco de andar del nuevo gobierno. Y es un secreto a voces que la división de la cancha ya está marcada.  Las líneas de cal no se notan demasiado por ahora. Empero la nitidez del color se la irá dando el tiempo. Ignorarlo como ocultarlo sería una necedad.

  Tal vez haya sido mil veces pensado, pero con coraje lo dijo: Poggi advirtió que “para concretar todos los anhelos necesitamos un partido unido y fuerte, -y aclaró- respetando nuestra diferencias”.

  ¿Diferencias con quién y en qué…?

¿Y QUE FALTÓ…?
   Los que salieron del Congreso peronista con un fuerte gusto a poco, plantearon en la intimidad de sus charlas en voz muy baja sus quejas vertebrales.

  Estas fueron algunas de las frases, interrogantes y pensamientos de los descontentos:

-         “No hay renovación. Salvo los tres conductores lógicos que hablaron, el resto de los integrantes de la  mesa y de los que pudieron decir o leer algo, son de una evidente longevidad”.

-         “¿Y la voz de los jóvenes porqué no se escuchó…?

-         “Todo se llevó determinado de antemano. Al menos por una formalidad dibujada hubieran hecho que alguien planteara como moción de orden la sugerencia de la fecha y condiciones de la elección . Alguien del interior. En cambio todo venía en sobre cerrado sin derecho a hablar ni discutir”.

-         “¡¡¡Autocrítica cero…!!!”.

-         “No hay ámbito de discusión ni debate. El ninguneo a las tradicionales unidades básicas ya deterioradas, hace que los problemas no salgan a la luz, ni se conozcan, ni se discutan. Por eso proliferan las agrupaciones políticas pequeñas y dispersas, que hasta tienen sus páginas de expresión en internet. Nacieron  como una consecuencia y una necesidad de decir, discutir y debatir los temas, algo que el partido desde su conducción no está dando”.
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APOSTILLAS FUNDAMENTALES
Existen tres episodios fundamentales suscitados en el Congreso Justicialistas que describen con exactitud quien es quien en su verdadera dimensión partidaria y cómo actúan.

  ---  Poco antes de iniciarse el mitin político, el gobernador Claudio Poggi habría llegado a la sede de la reunión previa con Adolfo y  Alberto Rodríguez Saá de la que participaba también un pequeño grupo áulico con acceso a los que mueven los hilos vitales en la cúspide del poder del partido.

  Entonces el gobernador habría entregado al “Adolfo” una carpeta conteniendo –tal vez- un sumario de su gestión, con  la finalidad, se cree, de darle una lectura consagratoria ante la multitud expectante.

 Pero, sorpresivamente - revelan fuentes de credibilidad inobjetable- el caudillo ex gobernador y ex presidente habría tomado con una mano el “paper “  prolijamente encuadernado de don Claudio, lo habría dejado a un costado sin siquiera hojearlo, expresando: “Bueno, más tarde lo vamos a mirar”, pasándolo a los rincones del olvido. A renglón seguido y sin pestañar, claro,  “el Adolfo” habría seguido discutiendo con sus asesores aspectos organizativos de la gran asamblea política que estaba a punto de empezar. De la carpeta de marras, ni rastros… Ohhh!!!

--- En un pasaje de su discurso, Alberto Rodríguez Saá arengaba a la multitud reunida a que contara a los jóvenes puntanos la historia contemporánea, aludiendo a los grandes triunfos, y progresos alcanzados en San Luis a partir de 1983.

  En un momento dado “el Alberto" , ajustando en la “chaira” de su mente los bordes  ariscos de su garganta  filosa, lanzó su estocada a fondo más o menos con estos términos: “Pasará el tiempo, seremos viejitos pero nos encontrarán siempre aquí, en esta mesa, conduciendo  el Justicialismo”.

  Dicen que los rostros de Poggi y sus adláteres, mutaron en muecas desencajadas.

--- Según confiesan conspicuos asistentes a la monumental tenida partidaria, no menos sorpresa habrían causado al bullicioso auditorio peruca, algunos conceptos del gobernador. Sobre todo cuando dijo  que estaba dispuesto a cambiar lo que tenía que cambiar porque “no tenía compromisos con nadie”.

   Revelan fuentes que tienen acceso a la mesa chica de la conducción, que varios dirigentes de primera línea se miraron absortos: “Si él que es gobernador no está comprometido con  su equipo de trabajo, qué tipo de compromiso puede esperar de sus ministros con él”, fueron las primeras reacciones escuchadas y transmitidas con disimulo de boca en boca.

  Tal vez quiso decir, como se suele “chamullar” en el café que “no está casado con nadie”. Con esa metáfora de bar habría salido mejor del paso, sostienen los comentaristas más encumbrados.
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¿QUE CAMBIARÁ?
El gobernador Claudio Poggi habló en el Congreso Justicialista de hacer los cambios necesarios en su gabinete y de no sentirse atado ni comprometido con nadie.

  Claro era el discurso necesario en un evento de tal naturaleza. Y era mejor decirlo ahí antes de que se los reclamara la multitud reunida.

 De igual modo, más allá de la formalidad esperada, la necesidad de formular modificaciones a su equipo de gobierno es de una urgencia impostergable.

  Por estas horas los nombres de las cabezas que rodarán salpican las mesas de redacción de los escribas locales.

 Y aunque no hay certezas hay indicios.

   Resulta imposible negar que dentro del universo peronista local hay una dosis cierta y audible disconformidad con la marcha de la gestión Poggi sobre todo con la tarea en algunos despachos  de Terrazas del Portezuelo.

  En ese marco, hay rumores que toman cuerpo  y fortaleza a medida que pasan las horas y que hablan de la suerte que correrán algunos ministros: Teresa Nigra (Salud), José Emmer (Hacienda), Cecilia Luberriaga (Turismo) y Celia Sánchez (Deportes) son los nombres principales que giran en el bolillero fatal.

   En cuanto a las causas por las cuales estos funcionarios no contarían con el voto de confianza del gobernador, los corrillos, en algunos casos no se ponen de acuerdo, y en otros no tienen dudas.

  Por ejemplo, la contadora Teresa Nigra encabeza el ranking de las críticas y reclamos pidiendo su urgente alejamiento de la cartera de Salud.

   Se ha escuchado decir que para muchos su gestión fue como la marcha del “Titanic”. Su causa ya no tendría retorno ni defensa. Se comentaba insistentemente luego de culminado el congreso del PJ el viernes pasado que “a Nigra le soltaron la mano todos”.

   Lo de José Emmer es bastante particular. Al parecer  el gobernador le habría retirado toda su confianza.

  No obstante, la figura del ministro de Hacienda tampoco contaría con el agrado de los legisladores provinciales peronistas y de otros bloques opositores por cuanto consideran que algunas apreciaciones del funcionario hacia ellos habrían sido de neto corte despectivo. Y andar mal con los diputados y senadores, para un funcionario es gravísimo, es como un certificado de defunción política. Y esto es lo que le habría sucedido a José Emmer.

   Por último, las declaraciones del ministro de Hacienda a los periodistas cuando le preguntaron sobre la exactitud de los montos gastados en el viaje a Londres y la forma un tanto peyorativa en contestarles constituyeron un episodio poco feliz que ensombreció aún más su imagen ante la prensa y la sociedad. Los periodistas que lo interrogaban ese día quedaron muy disgustados con él. Es probable que no haya quedado ninguna radio o noticiero de televisión que no haya comentado este suceso que  resultó desagradable. Incluso los oyentes manifestaban sus opiniones  en términos muy enojosos.

  En cuanto a Cecilia Luberriaga, al buscar las causas de su posible alejamiento, a los analistas les resulta imposible despegarla de su relación y parentela con Emmer y en ese marco pero basado en la  gestión se afincaría la disconformidad de Poggi.

De todos modos, su no inclusión en el viaje a Londres, algo lógicamente importante, fue toda una señal de que algo no andaba bien en el gobierno con su gestión.

   Por último la eventual salida de Celia Sánchez de la cartera de Deportes guarda algunas incógnitas pero también algunas certezas.

   Más allá del desánimo del gobernador de seguir sosteniéndola insatisfecho por la labor cumplida, hay pequeños indicios sueltos dando vueltas. Según rumores que  circulan desde hace una semana, tal parece, la designación en su equipo ministerial de un funcionario, pese a las advertencias del gobernador acerca de su desagrado por esa persona, habría acelerado la decisión de Poggi de sacarla de su sillón a la ministra Sánchez. Se verá.

   La falta de diálogo político es uno de los déficit que se le endilga con más fuerza a la administración provincial. Se considera que la declaración de la emergencia económica fue muy mal manejada políticamente.

  Esto genera algunas dudas: o el ministro político Mones Ruiz no atina a pilotear políticamente con eficacia la marcha del gobierno o no lo dejan. Será por eso que es un abonado vitalicio en la lista semanal de los ministros con fecha de vencimiento.

   En cuanto a Viviendas, la operatoria de las denominadas “viviendas productivas” cuenta con calificativos gravosos. Desde “fraude impune”, pasando por “fiasco” y “fracaso“ son algunos de los adjetivos que se escuchan en la calle y en la población. Lo malo es que no se desadjudicó a nadie o casi nadie ni se sancionó a nadie.
  Esta semana, especulan, se conocerían inexorablemente los cambios.
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PARA EL RECUADRO
  Sin reparos ni objeciones se desarrolló el encuentro entre el intendente Enrique Ponce y los concejales del bloque peronista de Compromiso Federal.

  La celeridad del intendente en responder al pedido de audiencia, como la actitud de los “federales” de buscar un acercamiento y un diálogo que terminara de una vez  con los desencuentros crónicos de ambas partes, fue el acontecimiento político más destacado y elogiado del mes y tal vez lo sea  del año.

   Aún por separado, integrantes de ambos lados destacaron la armonía y buenos términos en que transcurrió el encuentro incluso el grado de coincidencias alcanzado.

  Ojalá esto sea una bisagra que cierre una etapa y abra otro  tiempo nuevo más positivo y altamente constructivo en las relaciones entre el Municipio y el Concejo Deliberante.

   El único comentario en voz baja provino de San Martín y Belgrano: “Ojalá entendiera el mensaje y tomara el ejemplo el gobernador Poggi. Ponce le pidió audiencia en febrero y el gobernador nunca le contestó”, repetían algunos funcionarios.
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