miércoles, 18 de octubre de 2006

WAL-MART Y SUS EMPLEADOS...



Este jueves inagura en Puntania Wal Mart. Además del supermercado, el espacio tendrá otros locales comerciales anexos como un centro fotográfico, una farmacia, una tintorería, un pago fácil, un kiosco, juegos para niños y un sector de comidas rápidas. El nuevo emprendimiento ha significado la creación de más de 250 nuevos empleos, muchos de los cuales pertenecen al P.I.S., lo cual significa una reducción de costos para Wal Mart -en razón de que el Estado Provincial sigue haciendosé cargo de parte del pago a los mismos- y una decepción para muchos jóvenes que intentaron conseguir su primer empleo y lo vieron frustrado en razón de que ya había puestos reservados para los miembros del P.I.S.
Veamos a continuacion que opinón se tiene en EE.UU de Wal-Mart



EE.UU.: guerra contra los salarios
Al Dow Jones le va bien en gran medida porque los empleadores de los Estados Unidos están librando una batalla exitosa contra los salarios, dice el autor. Y sostiene también que desde 2000, las ganancias empresarias, deducidos los impuestos, se han más que duplicado, porque la productividad de los trabajadores sube pero sus salarios no.
Paul Krugman. ECONOMISTA
¡Deberíamos estar bailando en una pata porque el índice bursátil Dow Jones Industrial finalmente volvió a tocar un récord?
No. Al Dow le está yendo bien en gran medida porque los empleadores de los Estados Unidos están librando una batalla exitosa contra los salarios. El crecimiento económico desde comienzos del 2000, cuando el Dow alcanzó su récord anterior, no ha sido excepcional. Pero las ganancias empresarias, deducidos los impuestos, se han más que duplicado, porque la productividad de los trabajadores sube pero sus salarios no, y porque las empresas han respondido al aumento de los seguros de salud negándoles el seguro a un grupo cada vez mayor de trabajadores.
Para observar cómo se está librando esa guerra contra los salarios y qué impacto está teniendo sobre los trabajadores estadounidenses y sus familias, uno puede tomar como base las últimas noticias de Wal-Mart.
Wal-Mart ya tiene una merecida fama de pagar salarios bajos y ofrecer pocos beneficios a sus empleados; el año pasado, un memorándum interno de Wal-Mart admitió que el 46% de los hijos de sus empleados o estaban en Medicaid o carecían de seguro de salud. No obstante, la comunicación expresó la preocupación de que los salarios y beneficios estaban subiendo, en parte "porque le pagamos al empleado más en salario y beneficios a medida que aumenta su antigüedad".
El problema, desde el punto de vista de la empresa, es, entonces, que sus empleados son demasiado leales; la empresa quiere trabajo barato que no se quede demasiado allí, pero hay empleados que no se van antes de haber adquirido el derecho a salarios y beneficios más altos. Entre los cambios, el memo sugería que el modo de hacer frente al problema era contratar más trabajadores part-time que "bajarán el aporte en salud" de Wal-Mart.
Y la estrategia se va a poner en acción. "Analistas de inversiones y gerentes de tiendas", informa The New York Times, "dicen que los ejecutivos les han dicho que la empresa quiere transformar su fuerza de trabajo pasando de un 20% de part time a un 40%.
Otro memo filtrado de Wal-Mart memo describe un plan de techos a los salarios, de modo que los empleados con más antigüedad no obtengan los aumentos. Y la empresa está dando otros pasos para impedir que los trabajadores se queden demasiado. Según empleados, "los gerentes súbitamente han impedido a trabajadores de más años con problema de espalda o de piernas que se sienten en banquitos".
¿Dónde están las leyes?
Es una estrategia brutal. En poco tiempo, una empresa que trata tan mal a sus trabajadores se hubiera convertido en un blanco para los organizadores sindicales. Pero Wal-Mart no tiene de qué preocuparse en este sentido, porque sabe que en estos tiempos la gente que supuestamente debe hacer cumplir las leyes laborales está de parte de los empleadores y no de los empleados.
Desde 1935, los trabajadores estadounidenses que consideran la posibilidad de afiliarse a un sindicato han estado protegidos por la Ley Nacional de Relaciones Laborales, que impide a los empleadores despedir trabajadores por participar en actividades sindicales. Durante un largo período, la ley fue efectiva: los trabajadores estaban razonablemente protegidos contra intimidaciones de los empleadores, y el movimiento sindical floreció.
En los 70, sin embargo, los empleadores comenzaron una exitosa campaña para hacer retroceder a los sindicatos. Esa campaña dependió de la violación sistemática de las leyes laborales: los expertos estiman que para 1980 los empleadores despedía, ilegalmente, a uno de cada 20 empleados que votaban por la sindicalización. Pero los empleadores rara vez se toparon con consecuencias serias por esas violaciones de la ley, gracias al vuelco político de los Estados Unidos hacia la derecha. Y ahora que el giro a la derecha se profundizó, los funcionarios están buscando eliminar cualquier protección de los derechos de los trabajadores que las relaciones laborales sigan proveyendo.
La mayoría republicana en la Junta Nacional de Relaciones del Trabajo, la responsable de hacer cumplir la ley, acaba de declarar que millones de trabajadores que pensaban que tenían derecho a sindicalizarse no lo tienen. Como se ve, la ley les garantiza ese derecho solo a los trabajadores que no sean supervisores. Y la junta, dictaminando en un caso que involucraba a enfermeras, a declarado que millones de trabajadores que ocasionalmente les dan instrucciones a otros trabajadores ahora pueden ser considerados supervisores.
Como queda claro en el disenso de los integrantes demócratas de la Junta, la mayoría optó por retroceder, violando el espíritu de la ley, a reducir el poder de negociación de los trabajadores.
Así que ¿qué es lo que hace bajar los sueldos? Grandes empleadores como Wal-Mart han decidido que sus intereses son mejor servidos si tratan a los trabajadores como un commodity descartable, mal pago y alentado a irse después de uno o dos años. Y a esos empleadores no les preocupa que los trabajadores se enojen y formen sindicatos porque saben que los funcionarios del gobierno que deberían proteger los derechos laborales harán todo lo que puedan para alinearse con los reducidores de salarios.
TRADUCCION DE SUSANA MANGHI
http://www.clarin.com/suplementos/economico/2006/10/15/n-03201.htm

Ecos de la inaguración.

http://www.periodistasenlared.com.ar/oct19-06/nota6.htm